Tonga, un grupo de 170 islas de coral es un archipiélago situado al este de Australia y al noreste de Nueva Zelanda, es la última monarquía del Pacífico Sur. En 1901 el archipiélago polinesio se convirtió en un protectorado británico y se independizó en 1970. Miembro de Naciones Unidas desde 14 de septiembre del 1999. Tonga es una de las economías más pequeñas del mundo; con una población de aproximadamente 116.000 habitantes y una superficie de 748 km2.
El comercio representa el 54 por ciento de su PIB. Su tasa de crecimiento anual alcanzó el 1,9 por ciento en 2006 y los principales sectores de su economía son la agricultura (41 por ciento del PIB) y la pesca (20 por ciento de las exportaciones). Los interlocutores comerciales más importantes de Tonga son Japón, los Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. Durante la Conferencia Subregional sobre la Alfabetización en Asia Oriental y Sudoriental y el Pacífico que concluyó hoy 2 de agosto 2007 en Beijing, según cifras de la UNESCO, uno de cada cinco adultos no sabe leer ni escribir, lo cual representa una población mundial de analfabetos cifrada en 774 millones. Sin embargo, la región cuenta con una tasa global de alfabetización elevada, que ronda el 92%.
El 27 de julio de 2007, la OMC dio la bienvenida al Reino de Tonga como su Miembro más reciente. Tonga solicitó la adhesión a la OMC en junio de 1995, pero las negociaciones empezaron efectivamente en abril de 2001.
Tonga ratificó sus documentos de adhesión el 27 de junio de 2007, lo cual constituyó el último paso del proceso de adhesión antes de que Tonga pudiera convertirse oficialmente en Miembro de la OMC. De acuerdo con las normas de la OMC, un país pasa a ser Miembro de la Organización 30 días después de finalizado el procedimiento de ratificación nacional.
El propósito primordial del sistema de la OMC es ayudar a que las corrientes comerciales circulen con la máxima libertad posible, — siempre que no se produzcan efectos secundarios desfavorables, — porque esto es importante para el desarrollo económico y el bienestar. Esto significa en parte la eliminación de obstáculos. También significa asegurar que los particulares, las empresas y los gobiernos conozcan cuáles son las normas que rigen el comercio en todo el mundo, dándoles la seguridad de que las políticas no sufrirán cambios abruptos. En otras palabras, las normas tienen que ser “transparentes” y previsibles.
Pero la OMC no se dedica solamente a la liberalización del comercio y en determinadas circunstancias sus normas apoyan el mantenimiento de obstáculos al comercio: por ejemplo, para proteger a los consumidores o impedir la propagación de enfermedades.
Las relaciones comerciales llevan a menudo aparejados intereses contrapuestos. Los acuerdos, inclusive los negociados con esmero en el sistema de la OMC, necesitan muchas veces ser interpretados. La manera más armoniosa de resolver estas diferencias es mediante un procedimiento imparcial, basado en un fundamento jurídico convenido. Este es el propósito que inspira el proceso de solución de diferencias establecido en los Acuerdos de la OMC.
Fuente: OMC (Organización Mundial del Comercio), ONU (Organización de Naciones Unidas), Informes de mercado POLIVIN.ibc