Cuando pensamos en organizar un evento social, generalmente lo imaginamos durante la noche. Fantaseamos con un contexto de luces y música, y en terminar con un rico desayuno, luego del cual los invitados se retiren contentos a dormir a casa. Pero la realidad es que también se puede organizar un festejo durante el día, y ese horario nos ofrece muchos puntos a favor.
El primero, aunque no el más importante, es que como las quintas, salones y casas de fiestas suelen estar ocupados en horario nocturno – el más requerido – , al planificar el evento de día resulta mucho más sencillo conseguir lugar disponible. Siguiendo con esta línea de pensamiento, la oferta de espacios será más amplia y contaremos entonces con muchas más opciones para elegir.
Otro factor importante es el económico, dado que – como una manera de promover su ocupación en esta franja horaria – hacer la fiesta en horario diurno suele ser tener un costo de hasta un 20 por ciento más accesible.
Otro aspecto a tener en cuenta, y muy importante, es que los asistentes estarán descansados durante todo el evento, y con ánimo para divertirse hasta el final.
En la fiesta que se realiza durante la noche, en cambio, se sabe que al llegar cierta hora los niños y la gente más grande estarán cansados y comenzarán a retirarse. Al realizar el festejo durante el día, tendremos horarios más flexibles y gente dispuesta a quedarse y pasarla bien hasta que termine.
Finalmente, las luces de la pista brillan de igual manera sin importar el horario, y al comenzar la música, lo que prima son las ganas de bailar y divertirse. Una ecuación que resulta imbatible.
Tips a tener en cuenta para que todo resulte perfecto:
Primero, focalizarse en disfrutar cada uno de estos instantes, que serán únicos e irrepetibles. Para vivir a pleno ese día tan especial con todo bien organizado, lo ideal será contar con el asesoramiento de un profesional idóneo que coordine todos los ítems, y elegir un servicio de catering reconocido.
Al tratarse de una reunión diurna, podemos pensar en armar algo más informal. Si el salón cuenta con la posibilidad de expansión al aire libre y el clima lo permite, es una buena idea comenzar allí la fiesta, en un clima desestructurado.
Hoy todo es más decontractée, y salvo excepciones, no se estila armar servicios gastronómicos formales con mesas y sillas vestidas, e invitados sentados en lugares asignados. Una buena idea será, entonces, instalar juegos de living, camastros y puffs, para crear espacios que dispongan a la diversión.
Si estamos en verano y el lugar elegido no tiene áreas reparadas, será necesario instalar sombrillas, gazebos o entelados para evitar que el sol moleste.
En este caso, y si la fiesta tiene lugar al aire libre, será indispensable tener en cuenta otras opciones que nos ofrezca el lugar elegido. Ante un imprevisto climático, por ejemplo, como plan B podemos tener alternativas viables {un salón bajo techo, una carpa, etc.} para no correr riesgos que arruinen la fiesta.
Las empresas de catering ofrecen excelentes propuestas para esta clase de festejos.
Un menú ideal para estas reuniones es el de estilo campestre {focaccias rellenas, vegetales grillados y marinados, strudels salados, parrilla gourmet, variedad de ensaladas, etc.} Otra opción, muy utilizada, es la selección de fingers food y appetizers fríos y calientes, que se adaptan muy bien al día.
Es infaltable una barra de tragos con mesas altas y banquetas, donde nuestros amigos puedan acercarse para tomar algo y charlar.
En cuánto a la ambientación, conviene utilizar colores vivos como violeta, fucsia, verde manzana o naranja que, combinados con blanco, tanto en livings como en manteles o caminos realzan e iluminan el ambiente, y son perfectos para las reuniones diurnas.
Hay pequeños detalles que hacen la diferencia: por ejemplo, una gran idea que los asistentes agradecen es la de disponer canastas en el toilette con desodorantes, pañuelos descartables, repelente de mosquitos.. En los baños de damas, además, se pueden sumar curitas, clips de pelo, hilo y aguja, y cualquier otro elemento que ayude a solucionar imprevistos.
Al momento de bailar, es ideal contar con una iluminación básica y armar junto con el disc – jockey un buen cronograma de tandas que recorran las diferentes décadas y ritmos. De esta manera, todos los invitados podrán integrarse en los momentos más divertidos de la fiesta. Y si el presupuesto lo permite, contratar un buen show en vivo sorprenderá a la concurrencia y generará una dinámica y energía únicas.
Con todos estos consejos podremos disfrutar de cada minuto de la fiesta junto a nuestros invitados. Al término no tendrán que irse a dormir, vencidos por el cansancio, sino que podrán salir del evento a plena luz del día, con varias horas por delante para comentar lo bien que la pasaron.