Muchos emprendedores en la actualidad aún basan gran parte de sus decisiones empresariales en la inmediatez del resultado, siendo esta una de las principales premisas de lo que se llama un pensamiento netamente corto-placista y por lo mismo efímero; es decir, el resultado por inmediato que sea, se desvanece rápido, es altamente inestable y al final exige más esfuerzo del que requiere una decisión bien planeada y pensada muy a futuro.
Este pensamiento a muy corto-plazo, suele ser indiferente a aquello que se conoce como “Los intangibles de la empresa”: una serie de activos que requieren de alta inversión y cuya medición de sus resultados es difícilmente cuantificable, pero que garantizan la estabilidad de la empresa en el largo plazo, en términos económicos y de engagement con la misma.
Entre los principales activos intangibles se encuentran la marca, servicio al cliente, cultura organizacional, capacitación de la mano de obra, entre otros; que, como ya hemos mencionado, tristemente son ignorados – pues sobre ellos no se invierte- en muchas ocasiones por algunos emprendedores.
El otorgar a los activos intangibles la importancia que merecen significa a la compañía las siguientes ventajas:
Activos intangibles
- Reconocimiento de la marca
- Identificación del cliente con la marca y la empresa; que posteriormente se convierte en Top of Heart y Loves Mark
- Generación de Marketing Voz a Voz. (El más efectivo)
- Sostenibilidad económica
- Aumento de los niveles de engagement
- Mano de obra preparada, motivada y comprometida con la empresa
…Siendo estas apenas algunas dentro de la extensa lista.
Consciente ya de esto amable lector, amigo emprendedor; ¿Seguirá usted siéndole indiferente a algo de tan alta importancia como los intangibles de la empresa? ¿Continuará tomando decisiones corto-placistas, sin la debida planeación, pensando sólo en la inmediatez del resultado? Créame cuando le digo que una respuesta negativa a estas preguntas representará un algo muy saludable para su empresa.
Vía: emprendices.co