La mejor fórmula para gestionar el estrés : Desde siempre hemos pensado que el estrés lo provocan la falta de tiempo y el exceso de trabajo, pero cuando lo analizamos, descubrimos que esa no es la razón.
Sí, has leído bien, el estrés no se produce porque estemos saturados de trabajo. En este artículo podrás ver cómo se produce el estrés y qué puedes hacer para gestionarlo, que no eliminarlo, porque el estrés en las dosis adecuadas es necesario.
¿Cómo se produce?
Cuando vemos las noticias o leemos el periódico, con frecuencia se nos plantea un escenario lleno de amenazas, nosotros mismos nos lanzamos mensajes de urgencia constantemente, diciéndonos cosas como “mas rápido” “tiene que quedar perfecto” “esfuérzate”.
El estrés es una repuesta de nuestro organismo ante una situación de peligro. El hombre primitivo reaccionaba con estrés cuando se topaba de bruces con un mamut, nosotros lo hacemos cuando esperamos una llamada complicada o aparece un atasco de camino a la oficina pero, la causa que provoca el estrés es independiente de los resultados.
La respuesta fisiológica
Nuestro cerebro está diseñado para que podamos sobrevivir, cuando los estímulos son demasiados se manifiesta una respuesta similar a la que puede producirse en un ordenador cuando tiene demasiadas ventanas abiertas, queremos hacerlo todo a la vez, no somos capaces y nos colapsamos.
Nuestra mente es muy hábil detectando amenazas que pueden ponernos en peligro según su interpretación y responde generando cortisol, la hormona del estrés, para aportarnos los recursos y la energía necesaria para poder enfrentarnos a ellas. Reacciona del mismo modo hoy que hace veinte mil años.
El cortisol hace que nuestra respiración se acelere, la sudoración se incremente, el corazón bombee mas sangre, nuestros músculos se tensen… esta respuesta tenía sentido cuando, efectivamente, nos encontrábamos con una situación de peligro que amenazaba nuestra vida, por ejemplo, un depredador, y nuestro cuerpo necesitaba un plus de energía para salir lo antes posible de esa situación. Pero hoy en día, los peligros a los que nos enfrentamos son de otro tipo y no necesitamos poner en marcha nuestros mecanismos fisiológicos de emergencia.
Las consecuencias del estrés pueden afectar gravemente a nuestra salud. Cuando su estado es muy avanzado o excesivamente intenso, es necesario consultar con un especialista en medicina para que tome las medidas adecuadas.
¿Qué nos estresa?
No todos nos sentimos amenazados por las mismas cosas pero sí es cierto que los momentos de estrés cumplen alguna o todas de estas características: es una situación nueva, impredecible, se escapa de nuestro control y amenaza nuestra personalidad o nuestro ego.
Nuestro nivel de estrés será mas alto cuantas mas características estén presentes.
Entender cómo funcionan los mecanismos del estrés, su fisiología y qué situaciones lo desencadenan en nuestro caso concreto es el primer paso para poder gestionarlo, es decir, crear una estrategia para hacerle frente y llevarla a cabo.
El antídoto del estrés
Como comentaba al principio, es imposible librarse del estrés, incluso las personas mas felices y sosegadas se marcan retos y objetivos que las someten a cierta tensión, la diferencia radica en que saben cuando deben frenar y cómo hacerlo.
Y es que el estrés en su justa medida es necesario y tiene beneficios, por ejemplo, aumenta nuestro nivel de memoria, en cambio, cuando es excesivo, nuestra memoria disminuye totalmente.
Nuestro organismo fabrica sustancias que contrarrestan la hormona del estrés (cortisol), una de las mas importantes es la oxitocina, esta hormona nos ayuda a relajarnos, a sentirnos en calma, satisfechos, hace que se incremente nuestro nivel de confianza y nos ayuda a relacionarnos mejor con otras personas que, a su vez, es clave para reducir el estrés.
¿Qué favorece la emisión de oxitocina? La fórmula.
Se pude resumir en dos ideas, por un lado, apostar por la CALIDAD en nuestras vidas, vivimos en un mundo en el que prima la cantidad (muchos amigos, muchos viajes, mucha ropa) en lugar de la calidad.
Y por otro lado, aprender a DISFRUTAR, es decir, vivir el presente, el “aquí y ahora”, poner amor en todo aquello que hacemos, relacionarnos con otras personas, reírnos, dar y recibir masajes, hacer ejercicio, ayudar a otros, compartir momentos… disfrutar de la vida en general nos ayudará a generar mas oxitocina y a combatir el estrés, aunque mas bien parece la formula para construir un una vida feliz y mundo mejor ¿Qué opinas?
¿Te gustaría aplicar estas ideas en tu vida? ¿Qué acciones puedes realizar para empezar?
Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.
Autor: Isabel Gomez