Parece un poco absurdo tratar de escribir sobre lo que viene, sí a lo mejor, lo que debería estar, no está. Es decir, cómo hablar de la logística que viene, si en muchas empresas no se está aplicando la que debería y se está perdiendo la oportunidad de ser competitivo y exitoso en esta guerra de mercados. Sin embargo, al ser un tema no sólo muy actual sino de gran importancia nos referimos a él.
Conocedor de las nuevas realidades empresariales. De la importancia vital de la reducción de costos y el control de la rotación, entre otras, como variables definitivas, hoy en el logro de las metas de rentabilidad, me atrevo a proponer como una solución, no sólo creativa sino efectiva, la logística aplicada a la optimización de gestión.
Convencido, con fundamento en nuestra experiencia, que la respuesta a los procesos de apertura, globalización y a otras situaciones que afectan el clima tradicional de los negocios, ha llevado a las empresas a disminuir de manera dramática sus márgenes brutos de utilidad, transfiriéndolos a resultados de gestión negativos, que se han reflejado en pérdidas. Las tradicionales alzas de precio, que compensaban la inflación, ya no son posibles, porque somos permeables a los precios internacionales. La competencia antes de ciudad, región o país, pasó a ser internacional y vemos como nuestros productos son desplazados por sustitutos de otros países con precios, que muchas veces, son inferiores aún a nuestros costos de producción o las mismas materias primas.
La optimización de la gestión, a través de métodos logísticos, se constituye en un plan que como su nombre lo indica, busca optimizar toda la cadena de abastecimiento, desde la materia prima hasta la comercialización final, consumidor o cliente. Incluyendo allí compras y abastecimiento, inventarios, almacenamientos, transportes, distribución, comercialización, etc… Dentro de cada uno de éstos y en donde se aplique aparecerán respuestas a presupuestos, costos fijos y variables, gastos, contabilidad, cartera, inventarios de materias primas, productos de ensamble y producto terminado, aplicaciones sistematizadas, financiación de operaciones, procedimientos operativos y administrativos.
El concepto fundamental de la logística, esta referido a la gerencia de la cadena de abastecimiento. La visión empresarial de quienes participan en este proceso, es un flujo más rápido y que responda mejor, costando menos, en el recorrido de productores y comerciantes, tanto mayoristas como minoristas. Una cadena sin interrupciones, en la cual la información además de ser fundamental en todo este proceso, fluye rápida y oportunamente a todas las partes involucradas, vía el consumidor final.
La logística, está orientada al posicionamiento de los recursos en relación con el tiempo. Los productos y servicios que se ofrecen no sólo deben ser innovadores sino que deben responder rápidamente a la demanda. En otras palabras, entrega servicio oportuno, directamente relacionados con rapidez. Es decir, una entrega a tiempo, en el momento justo que el cliente lo necesita y en donde lo necesita; en su tiempo y en su espacio. Esto implica una clara orientación a reducir o comprimir la cantidad de tiempo que consumen los distintos procesos de abastecimiento, producción y comercialización. Esto es, reducir dichos procesos al menor tiempo posible. Una reducción de tiempo, implica al final, una reducción de costos, una mayor oportunidad y el camino expedito de conseguir la lealtad del cliente.
Como vemos, la logística cumple básicamente funciones de servicio. Presta la asistencia que la operación de «marketing» y gerencia requieren. En el momento exacto en el cual el cliente interno y/o externo lo requieren. Agrega al producto un importante valor de oportunidad (lo encuentra cuando lo necesita). El objetivo primario de los procesos logísticos es el de administrar el flujo de materiales a través de la empresa. Este proceso nos obliga a definir claramente los objetivos de servicio a los clientes, en lo referente al ciclo: cliente – cliente (pedido – entrega) y cumplimiento con un alto nivel de servicio.
Una acción logística bien diseñada, es una de las herramientas más contundente para crear fidelidad de los clientes. Aporta definitivamente en la «minimización» del costo oculto, generado por el agotamiento de un producto.
Otro de los beneficios tangibles, es el aumento de la rentabilidad, por disminución de costos, al prestar un mejor servicio a nuestros clientes. Se consigue fidelidad de ellos – cliente vitalicio- y como consecuencia: nos compran una y otra vez. El manejo adecuado de los inventarios, especialmente en sus niveles – que permitan un retorno rápido de la inversión por una rápida rotación- y su mezcla – tener variedad para que el cliente tenga de donde escoger- son también, definitivos en este componente logístico del mercadeo.
El cambio en los puntos de compra, va pasando de físicos a virtuales. Se está imponiendo la compra sin almacenes: el telemercadeo, Internet, por catalogo, el dinero plástico. Estos mecanismos vienen creciendo de manera muy rápida. Estamos a la puerta de la compra desde el hogar.
El intercambio electrónico de datos – también conocido como edi-, los cambios en la distribución física, al aparecer los stokistas, el cross docking, una mayor cooperación con los proveedores, proveedores estables y socios. Un flujo continuo de materiales en toda la cadena de abastecimiento que ha venido pasando con el tiempo de una cadena de abastecimiento a una cadena de demanda.
El futuro del marketing, está completamente ligado a la logística, no se pueden separar. La percepción que tengan los consumidores sobre nuestros productos y servicios en el corto plazo estará directamente relacionada con esta amalgama: mercadeo y logística.