En competencia, aquel que pueda tener la mejor idea y sea capaz de llevarla a cabo será el ganador; pues como dice el dicho “cocodrilo que duerme…es cartera”.
No por ser obvio deja de ser cierto y esto nos lleva a la pregunta del cómo lograrlo.
Ya en varios artículos hemos hablado de las distintas funciones que ocupan los hemisferios del cerebro (“Planificamos con el izquierdo y dirigimos con el derecho” http://www.infocomercial.com/noticias/bnoticias.php?tipo_art=unico&id_articulo=40573&cod_sitio=3).
Lo cierto es que todavía se conoce poco de cómo funciona el cerebro; de hecho, la mayor parte de lo que se sabe se descubrió en las últimas décadas, y entre ello se ha determinado la importancia que tiene el hemisferio derecho en la vida humana
Aún así, todavía resulta difícil trabajar con esta parte del cerebro dado que allí la razón no es lo que prevalece…de hecho, no tiene lugar en él.
Lo que esta fuera de discusión es que el hemisferio derecho -si bien con una forma de elaborar y procesar la información distinta al izquierdo- es tan importante y responsable de tantas funciones como lo es el izquierdo.
Este registra y concibe la realidad de una manera como un todo (de manera analógica) y así es también como lo transmite.
Y en él reside la imaginación, innovación, creatividad, la sensibilidad y los sentimientos, las habilidades artísticas; tiene un rol más integrador y muchas de las actividades atribuidas al inconsciente le son asignadas.
Estas capacidades son su aporte y son las que permiten sacar ventaja al momento de competir, así como el poder resolver situaciones no contempladas hasta dicho momento.
Planteado de esta manera, el no desarrollo de esta herramienta que la naturaleza nos ha brindado, resulta igual que pretender correr una maratón sin utilizar a una de las piernas.
Como también se ha demostrado que el aumento de las funciones del hemisferio derecho no implica la reducción de las capacidades del izquierdo; debemos tratar de ir un poco más adelante y tratar de encontrar métodos que permitan su desarrollo. Después de todo, en él se encuentra en gran medida la llave del éxito que busca.
No es una tarea sencilla, no hay recetas mágicas y un artículo de mil palabras es extremadamente pobre para poder trabajar un tema tan profundo. Aún así, puede hacer mucho si realmente lo desea.
El principio básico es simple y trabaja sobre dos conceptos. El creer que se puede y el querer hacerlo. Así lo vió M. Clement Stone (1902-2002) cuando dijo “Todo lo que la mente puede concebir se puede lograr”.
Nuestra Mente es el principio y fin de nuestra realidad, ella nos ubica en situación y momento y es capaz de crear el futuro que queremos alcanzar; pero, muchas veces esta se encuentra limitada por nuestros propios “paradigmas” (modelos mentales desde los cuales interpretamos al mundo y nos interrelacionamos con él) (ver: “Cambiar los paradigmas. Obligación de toda empresa” http://www.infocomercial.com/noticias/bnoticias.php?tipo_art=unico&id_articulo=37318&cod_sitio=3.).
Sugerencias para el desarrollo de sus habilidades para crear nuevas ideas.
Como antes señalamos, el trabajar el hemisferio derecho no es cosa fácil, pero como la forma tiene que ver con el fondo y es el hemisferio derecho es el que controla el lado izquierdo del cuerpo humano; se deviene que ejercitando el lado izquierdo del cuerpo se esta estimulando el hemisferio de nuestro interés.
Por ende, para aquellos que son diestros, propóngase trabajar con la mano izquierda lo más que pueda. Es decir, hágalo al momento de:
• Lavarse los dientes
• Peinarse.
• Escribir
• Abrocharse su camisa o abrigo
• Mover la cuchara de su taza.
• Mover el mause de su computadora.
• Tome el asa de la taza.
• Mover sus papeles y el diario cuando lo lea.
• Cambie de manos los cubiertos en su alimentación.
La idea es que reduzca notablemente el uso de su mano derecha (siendo esta la dominante).
Otras alternativas válidas son:
Dibuje. Si, dibuje en lugar de escribir lo que quiere alcanzar. El hemisferio derecho es el responsable de las habilidades artísticas y cuanto más estimule estas más lo estará ejercitando.
Dibuje cosas y personas…todo lo que necesite para darse a entender o utilice esquemas gráficos para el desarrollo de sus ideas. Utilice la mayor cantidad posible de símbolos y agrégueles color. Reemplace palabras por dibujos pues la lectura le corresponde al izquierdo pero el dibujo al derecho y esto lo hará trabajar.
Dentro de dicho esquema. Cante o lleve a cabo cualquier actividad que tenga que ver con el arte, la imaginación y las sensaciones.
Una forma muy sencilla de trabajar este punto es proponerse todos los días a cerrar sus ojos e imaginar su futuro o cualquier cosa que usted pueda desear.
Claro que actividades como la meditación o el yoga son más que recomendadas…pero sé que para muchos estas no son alternativas válidas…por el momento.
Como una alternativa un poco más clásica…
Lea. Lea temas y autores que lo desafíen y lo hagan soñar. Recuerde cuando de chico leía esas novelas o libros que lo transportaban a situaciones recónditas y hasta ilusorias.
Concurra a cursos de creatividad y desarrollo de la mente. Saber más le permitirá llevar a cabo ejercicios con mayor facilidad.
Converse con gente distinta a la habitual y sin que el motivo sea su actividad laboral. Cuanto más sea la diferencia de pensamiento con usted, más será la apertura mental en el que se verá exigido.
Cuestiónese y oblíguese a generar una alternativa de solución por encima de la que usted ya tiene para los problemas que se le presenten. No es necesario que esta sea llevada a cabo, solo genérela, quizás…con el tiempo…puede llevarse un sorpresa y encontrar una opción imposible de ver en otros momentos.
En otro orden, y al solo efecto de su conocimiento, le comento que este tema también se lo esta trabajando con electroestimulación donde se pueden visualizar avances promisorios.
Pero, al margen de todo, crea en Ud. y en su capacidad. Ejercite su mente como lo ha hecho con sus brazos y piernas…pues su cerebro es la mejor y mayor herramienta de éxito que tiene.
“Persigue tu dicha y el universo abrirá puertas donde
antes sólo había muros” Joseph Campbell