– No dar a Internet la importancia que merece, hay que pensar que en la actualidad un porcentaje muy elevado de las personas y empresas que nos conocen llegan a nosotros por esta vía.
– No dedicar el tiempo suficiente al desarrollo del proyecto que es la creación de la web, y en muchos casos no preocuparse de los factores, variables y conocimientos que ello requiere.
– No dedicar los esfuerzos necesarios en la contratación de una empresa adecuada para la confección de la web, como en muchos sectores hay mucho pirata suelto.
1. Objetivos y público objetivo. Hemos de tener claro qué perseguimos con la web y cual es el target del público al que deseamos llegar, no es lo mismo una web destinada al ocio de jóvenes que una web para vender joyas de 10.000 euros en adelante. De este punto podría deducirse que en vez de una web necesitamos varias. También se podrán obtener de aquí los idiomas en los que será necesario trabajar.
2. Dominios y hosting necesario. En función de los objetivos y el público objetivo podrá ser necesario disponer de varios dominios, por ejemplo uno para cada país, y podrá ser necesario un hosting que cubra todas las necesidades actuales y futuras de la web, por supuesto con la calidad necesaria y un precio adecuado.
3. Contenidos. Es evidente, y más en la actualidad, que el contenido de un web es una de sus piedras angulares. En general, el contenido se puede distribuir en la web y en un blog integrado en la misma que comparta dominio (para mejorar el tráfico). Este contenido deberá ser adecuado, deberá explicar de manera clara e inequívoca lo que la empresa desea comunicar. Para este cometido es importante la figura del copywiter, bien contratado por nuestra empresa o bien que forme parte de la plantilla de la empresa a la que contratemos para la web. En este apartado requieren especial mención las tiendas online, si necesitamos una debemos trabajar muy bien su diseño.
4. Aspectos legales. Otro apartado que requiere nuestra atención es, sin duda, todo lo relacionado con el cumplimiento de la normativa legal vigente, aspectos como propiedad intelectual, ley de protección de datos o ley de la sociedad de la información han de ser estudiados con detenimiento, así cómo otros factores legales que cada empresa tuviera que atender.
5. SEO. Podemos tener la mejor web del mundo que si no aparece entre las primeras en las búsquedas en Google quedará relegada al ostracismo más absoluto, por ello hay que tener claro las keywords adecuadas y dejar claro en qué búsquedas queremos que nuestra web aparezca, para en la fase de creación se utilicen todos los instrumentos necesarios para que así sea.
6. Redes Sociales. Hoy en día es inconcebible que una web no disponga de las herramientas necesarias para que sus contenidos se divulguen en las redes, por ello deberá disponer de los botones sociales y el contenidos deberá estar preparado para que dicha divulgación se realice de manera óptima.
7. Analítica. La web deberá ser medida, por la que su construcción deberá realizarse para que dicha medición se pueda realizar y que nos ofrezca los resultados necesarios para poder tomar decisiones. Un ejemplo, un sitio web con una única URL es imposible de medir en condiciones.
8. Diseño. Esta fase deberá recoger todos los aspectos comentados en los puntos anteriores. Además tendrá que respetar la imagen corporativa y es indispensable pensar en todo tipo de dispositivos, por ello utilizar responsive design se hace innegociable. No hay que olvidarse de la velocidad de carga.
9. Usabilidad. Además de tener una página web que cumpla los objetivos, muestre nuestras productos y servicios, esté preparada para el SEO y tenga un buen diseño, hemos de pensar que los usuarios se tienen que sentir cómodos en la misma. A veces para usar una web hay que hacer dos o tres postgrados y eso lo que consigue es que los usuarios no vuelvan.
10. Propiedad. La propiedad del producto siempre será de la empresa que encarga el producto y deberá disponer de todas las fuentes y el acceso a los dominios, hosting y web.
Via: puromarketing.com