Las declaraciones de Bill Gates en el sentido que el movimiento de código abierto puede ser comparado con el comunismo, ha motivado una serie de intensos debates y airadas reacciones en Internet.
En una entrevista con medios estadounidenses, el fundador de Microsoft declaró recientemene que «Hay menos comunistas en el mundo que nunca antes. Hay algunos comunistas modernos que llevan distintos disfraces y que desean suprimir el pago a los músicos, realizadores cinematográficos y desarrolladores de software. A entender de ellos, el pago por su trabajo no debería existir».
A juzgar por el tono de los debates en foros especializados, los desarrolladores de código abierto no aceptan ser comparados con Stalin o la represión política debido a que apoyan un modelo alternativo de desarrollo de software, o porque se oponen a un sistema de patentes y derechos de propiedad intelectual de software que sirve principalmente intereses monopolistas.
En un interesante artículo, el comentarista tecnológico de BBC, Bill Thompson, analiza los temas que tanto preocupan a Gates, y que lo llevan a formular declaraciones desproporcionadas.
A juicio de Thompson, las preocupaciones de Microsoft podrían incidir en un mayor grado de agresividad por parte de la compañía respecto de las iniciativas de código abierto.
La reacción más importante provino de IBM, que optó por iniciar un sistema de donación de patentes para la comunidad de código abierto.
IBM es una de las compañías que más patentes ha registrado en el mundo.
Calificar de «comunista» a una compañía como IBM resultaría sencillamente jocoso.
Enlaces de interés:
www.microsoft.com