Los hombres no somos como las máquinas, no tenemos un botón de encendido y apagado para concentrarnos en nuestro trabajo, organizarlo y maximizar nuestra productividad. Esto depende en muchos casos de nuestra agilidad mental y esto sólo se logra con el descanso adecuado. Por eso el clave desconectar en vacaciones para mejorar la productividad el resto del trimestre.
Tenemos pequeños descansos, en las que nos ocupamos de otras cosas, al final día, cuando dormimos, etc. También durante los fines de semana, donde dejamos apartado un poco los temas laborales y pensamos en otras cosas. No se trata sólo de descansar físicamente, sino también mentalmente, de no pensar en cuestiones laborales. Pero de vez en cuando también necesitamos periodos algo más largos para desconectar.
Es aquí donde entran en juego las vacaciones. Un periodo donde en la medida de nuestras posibilidades, tenemos que olvidarnos de teléfono móvil, portátiles, conexiones remotas, etc. y dedicarnos a disfrutar de las mismas, no a plantificar el trabajo que tendremos pendiente a nuestra vuelta.
Cuando estamos trabajando y concentrados en una tarea, sufrimos una interrupción, recuperar el hilo de lo que estábamos haciendo no es sencillo. La capacidad de concentración depende de nuestra frescura mental, y el tiempo que tardamos en retomar esta tarea depende en gran medida de las desconexiones que hayamos realizado en nuestros descansos.
Muchas veces creemos que adelantamos trabajo por llevarnos el portátil de vacaciones, por gestionar correos desde el móvil, etc. Puede que sea así a corto plazo, para la próxima semana, pero seguramente estamos mermando nuestra productividad a medio plazo, y esto en un trimestre tan importante para la empresa como el Q2, deberíamos tenerlo en cuenta.
Que podamos trabajar remotamente no significa que tengamos que hacerlo. Tenemos que utilizar la capacidad que nos ofrece la tecnología para trabajar a distancia de forma inteligente, no sólo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo.
Vía: pymesyautonomos.com