Debe estar mi empresa en redes sociales? : Por más tradicional o chapado a la antigua que sea alguien, todo el mundo es consciente de que la sociedad está haciéndose cada vez más digital y que la gente pasa mucho más tiempo “conectada” en un entorno virtual que parece que estuviera “vivo” y que desde luego, evoluciona a velocidades de vértigo. Y saben lo mejor (o lo peor para algunos), ¡esto no ha hecho más que empezar!
Les cuento un secreto. Los que estamos en este entorno, y yo la primera, a veces también nos perdemos entre tanta tecnología, aplicaciones, widgets, redes sociales, herramientas, e historias. El riesgo de esto es “perder el norte”, olvidarnos del “para qué” y sólo pensar en el cómo.
Y ahora viene el quid de la cuestión. Cuando llevamos todo este fenómeno a nuestra pequeña empresa, a nuestro proyecto de negocio futuro o incluso a nuestra marca profesional, la cosa se empieza a complicar, porque no sabemos muy bien qué tenemos que hacer, cómo lo tenemos que hacer y sobre todo ¿quién lo tiene que hacer?
Con frecuencia gente que tiene pequeños negocios me dice que “no hay tiempo para esto”. “No me puedo pasar horas posteando en las redes sociales, contestando comentarios e inventando concursos. ¡Tenemos que trabajar, levantar un negocio, buscar clientes, pagar facturas, y un largo etcétera. ¡Y encima casi no tengo presupuesto! La vida de un emprendedor es así de cruda.
He escrito este post pensando en esos valientes que están valorando tener presencia en la web 2.0 (no se trata sólo de tener una web y unos cuantos perfiles en redes sociales) y no saben por dónde empezar. Lo primero es sentarse en el sofá de casa y hacerse unas cuantas preguntas. Y si no sabes ni qué preguntas hacerte, te paso estas que me han hecho gente “normal” que lo único que quiere es que le digan las cosas ¡en cristiano! y no le generen falsas expectativas.
¿Cómo debería plantearme mi presencia 2.0?
La web 2.0 va más allá de las redes sociales, es realmente un cambio de mentalidad en el que prima la participación, interacción y recomendación de los usuarios. Cada vez más los consumidores basan sus decisiones de compra en recomendaciones de terceros, siendo Internet un multiplicador de ese efecto “boca a boca”. Ahora no basta sólo con tener una web, tienes que crear contenido relevante y de calidad, e interactuar con tu público objetivo.
Lo primero que tienes que hacer es saber cuáles son los objetivos económicos de tu proyecto, qué quieres conseguir con tu presencia 2.0 y a partir de allí, trazarte un plan estratégico para llegar a esos objetivos en un plazo razonable y con indicadores de cumplimiento que en Social media llamamos KPIs (Key Performance Indicators). No puedes abrir perfiles en redes sociales sin un qué, un cómo y un cuándo. Tu presencia online debe cimentarse sobre bases fuertes y construir tu identidad digital paso a paso, con constancia y trabajo diario.
Las redes sociales no van de una comunicación unidireccional, sino de una relación con el público. Contrario a lo que pueda pensarse, no es un tema tanto de marketing, como de relaciones humanas y esas relaciones humanas se basan en la comunicación. Y no todo lo que nos dicen nos gusta, así que perdemos el control del mensaje. No hay opción. Tienes que estar dispuesto a escuchar críticas de tu empresa; algunas infundadas, pero otras reales que te podrían ayudar a mejorar.
¿Está mi público en las redes sociales?
Hacerte esta pregunta te obliga a saber primero ¿cuál es tu público? Tienes que delimitar qué características tiene el tipo de cliente al que quieres llegar. Es lo que en marketing se llama “target“. Conociendo primero tu target, decides dónde puedes encontrar a este tipo de gente. Y no me digas que tu público no está en ninguna red social, porque me resultaría muy difícil de creer, cuando en España 8 de cada 10 internautas utilizan las redes sociales y cada vez más se utiliza a través de dispositivos móviles. El verdadero reto es encontrar a ese público, que le interese lo que le cuentas, que le interese conversar contigo y que eventualmente al cabo de un tiempo, se decida a comparar tu producto o servicio. Si lo haces bien, eso terminará por suceder.
¿Por qué cobran por esto, si las redes sociales son gratis?
Este es uno de los mitos más extendidos sobre los medios sociales. Crear una cuenta, abrir un perfil y subir una foto es gratis, pero conformar una “comunidad” de gente a la que le interese lo que tú cuentas, interactuar con ellos, resolver dudas y hacer que compren o que realicen una determinada acción requiere de un tiempo, conocimientos en comunicación y marketing, pero sobre todo, mucha constancia.
Es necesario estructurar una estrategia coherente y alineada con tus objetivos comerciales, poner en práctica esta estrategia día a día y medir los resultados. Para estar de cualquier manera en redes sociales, es mejor no estar.
¿Puedo administrar yo mismo mis redes sociales?
Muchas Pymes y empresas que comienzan no tienen un presupuesto asignado a sus acciones en social media o marketing digital, porque los comienzos son difíciles y hay que priorizar los gastos. Dependiendo de la naturaleza del proyecto y de la intensidad del uso de la web para sus objetivos empresariales, su presencia en redes sociales requerirá una mayor inversión en tiempo y un presupuesto determinado sería ideal.
Lo mínimo que se debería invertir para administrar tu presencia en redes sociales es 1 a 2 horas al día, y tener disponibilidad para responder comentarios y dudas en tiempo real. Debes estar “siempre conectado”. Además tienes que medir los resultados de tus acciones en social media respecto al número de visitas a tu web, contactos o leads captados para saber que lo que haces online se refleja off-line. Hay una serie de tareas diarias que van más allá del sólo publicar posts en las redes sociales: debes crear contenido y contenido de calidad, que atraiga y sea útil a tu comunidad; romperte el coco pensando qué hacer para que la gente participe. Dicho esto, parece claro por qué este tipo de trabajo a veces se contrata a un tercero, porque lleva su tiempo y unos conocimientos muy específicos.
Pero si tu proyecto no cuenta en este momento con recursos para afrontar el pago de un tercero para que administre sus perfiles en medios sociales, por lo menos deberías tener nociones básicas del lenguaje diferenciado y características de cada una de las redes sociales; un poco de marketing, comunicación, saber algo de estrategia digital, herramientas de productividad, una pizca de diseño y redactar de una forma dinámica y amena. Estos son los conocimientos y competencias mínimas para que lo hagas tu mismo medianamente bien. Pero sobre todas las cosas, dedicarle tiempo, constancia y no esperar resultados de la noche a la mañana.
Personal Vs. profesional. ¿Qué hago con mis perfiles personales?
En los servicios profesionales y profesiones liberales, la marca personal está estrechamente ligada a la marca de la empresa. Incluso para muchos profesionales, su marca son ellos mismos y como tal deben cuidar su huella digital.
Por lo tanto marca comercial y marca personal están destinadas a entenderse. No debemos olvidar que las relaciones predominantes en las redes sociales se dan entre personas. La gente prefiere que le hable otra gente y no una marca detrás de un logo.
Ojo, que no estoy diciendo con esto que en lugar de tener una página de empresa en Facebook o en Linked-In tengas un perfil personal y le pongas el nombre de tu empresa. Eso ya es otra cosa y denota un poco de ignorancia sobre cómo gestionar las redes sociales profesionalmente.
Lo que digo es que la marca del negocio debe estar ligada también a la reputación e identidad de sus creadores, socios o administradores. Desde sus perfiles personales y los de sus colaboradores, se puede y se debe ayudar a construir relaciones con su público objetivo a través de una comunicación más humana.
Empresarios, recuerden que su imagen digital es un activo importante de su empresa. No la dejen en manos de alguien que no esté preparado para ello. Las consecuencias pueden ser muy graves.
Autor: Diana Campos Candanedo