Las redes sociales no solo se han convertido en las plataformas que han cambiado la forma de relacionarnos, entretenernos e informarnos. Han cambiado por completo nuestras vidas. La comunicación cara a cara se ve constantemente interrumpida por estas (más por las a veces odiosas aplicaciones de mensajería instantánea) y parece que no somos capaces de alimentarnos o disfrutar de un refresco o viaje, si antes no hemos hecho las pertinentes publicaciones para que todos sean conscientes de lo bien que nos lo estamos pasando.
A pesar de que muchos piensen que gigantes como Facebook, Twitter o Instagram son únicamente terreno para los más jóvenes, no pueden estar más equivocados. Cada vez son más los adultos y padres que se suman a las imparables listas de usuarios de la red social de Mark Zuckerberg para «desgracia» de sus hijos.
Muchos padres, orgullosos de sus retoños, no dudan en publicar fotografías que desde su perspectiva parecen entrañables pero que puede que a los niños no les gusten ni un pelo. Y Francia se ha convertido en pionera en ofrecer una solución a esto.
Los jóvenes franceses podrán denunciar a sus progenitores por la publicación de imágenes suyas en Facebook. Con el objetivo de concienciar a los padres sobre esta práctica, las autoridades galas podrían considerar como delito estas denuncias enfrentándose a una multa de 45.000 euros y un año de prisión, tal y como recogen desde El Economista.
El objetivo es evitar la publicación de fotografías que en el futuro puedan avergonzar al haberse realizado dentro de la intimidad del menor. Y es que nos enfrentamos a un fenómeno que parece no conocer límites. Tal y como informa el estudio realizado por Nominet en Reino Unido, los padres con niños menores de cinco años han publicado en redes sociales durante 2015 una media de 200 fotografías.
«Vamos a tener una reacción violenta en los próximos años de los jóvenes que lleguen a darse cuenta de que toda su vida, desde el día en que nacieron, ha estado a disposición de las plataformas sociales», explica Nicol Whitton, profesora de Universidad Metropolitana de Manchester.
Habrá que ver cómo evolucionan este tipo de medidas ya que las redes sociales, como aquel que dice, son aún demasiado jóvenes. Pero no debemos olvidar que según las informaciones de la Universidad de Michigan los jóvenes con edades comprendidas entre los10 y los 17 años ya muestran su preocupación ante el tipo de contenidos que sus padres publican sobre ellos en internet.
Vía: M. directo.