¿Acaso no ha sentido usted que su presencia en Internet era meramente testimonial? ¿Que su inversión ha sido estéril?, ¿Que su web no le reporta ningún beneficio?
Esa es la opinión (y la realidad) de la gran mayoría de empresas que, con gran ilusión y con las máximas expectativas, crearon un sitio web corporativo. Acuérdense. En los primeros años parecía que íbamos a publicar nuestra página web e inmediatamente íbamos a vender en China (y hasta en la Conchinchina) y que nos iban a llover los pedidos. ¿En qué estaba equivocado este planteamiento? O mejor, ¿en qué no estaba equivocado este planteamiento?
Aunque prácticamente todo estaba mal, el error fue sólo uno: No reflexionar y dejarse llevar por las modas. Si reflexionamos (más vale tarde que nunca), llegaremos rápidamente a la conclusión de que no hemos trabajado tres cuestiones o que no hemos considerado tres principios fundamentales:
El principio de Utilidad
El principio de Usabilidad
El principio de Localizabilidad
El primer concepto sobre el que hay que reflexionar es el de Utilidad: ¿Qué Utilidad proporciona su sitio web a sus usuarios (típicamente sus clientes reales o potenciales)? ¿Cómo se alinea esa utilidad (los servicios que proporciona su web) con la estrategia corporativa?
El segundo principio, el de Usabilidad implica que nuestro sitio web ha de ser accesible y “legible” para humanos (especialmente orientado a las características de nuestro público objetivo), y para robots. Sí, para robots. Así se conocen los programas que utilizan los buscadores para registrar su sitio web y archivar la información relevante. Si nuestro sitio web no está preparado para recibir la visita de los robots, la información que estos adquirirán será insuficiente o errónea, haciendo que los buscadores (que son el método más utilizado para acceder a los recursos disponibles en Internet) no puedan “recomendarnos” cuando un usuario les interrogue sobre alguien que preste ese servicio.
Finalmente, la Localizabilidad, ésta implica no sólo que el buscador haya recibido (vía robots u otros medios) información sobre nuestra existencia o incluso sobre los servicios que prestamos, sino también que el buscador nos considere como el mejor proveedor de ese tipo de servicios, porque estar más allá de la primera página de Google (por poner un ejemplo), es no estar localizable.
En resumen, independientemente de que los contenidos no sean los adecuados (utilidad), los ingentes volúmenes de información que existen en Internet está haciendo que los usuarios se vean empujados a hacer uso de intermediarios, agentes de su confianza que les digan dónde pueden encontrar lo que están buscando. Cuando los buscadores registran nuestras webs y no encuentran información adecuada o facilidades para su visita, desestiman considerarnos una alternativa a ofrecer (a “listar” en jerga técnica) a sus usuarios (usabilidad-robots). Y por supuesto, ni hablar de que los buscadores nos “listen” en la primera página (localizabilidad) cuando un usuario busca ¡en su lenguaje! un servicio que nosotros podríamos ofrecerle.
Estos tres principios, que representan la diferencia entre ser alguien o no existir en Internet se pueden trabajar mediante técnicas de posicionamiento. La situación actual de desconocimiento de las técnicas de posicionamiento, hace que aquella empresa que las utilice adecuadamente, se garantice una posición de privilegio en los buscadores, y por tanto un aluvión de visitas de potenciales clientes. Este es el reto: Hacer que cuando un cliente potencial requiera de nuestros servicios, sea encaminado a nuestra web, y no a la de nuestra competencia, y en Infonova podemos ayudarle a llevarlo a cabo.
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