El gobierno de China vigilará a los usuarios de cibercafés de Shangai instalando cámaras que registrarán sus rostros y los sitios que visitan.
La censura en China está alcanzando niveles verdaderamente alarmantes. En esta oportunidad, las autoridades han decidido que todos los cibercafés serán vigilados con cámaras de video dirigidas hacia los usuarios y sus pantallas. De esa forma, los agentes podrán determinar, bajo sus criterios totalitarios, si los usuarios visitan sitios «inapropiados».
Los visitantes extranjeros tampoco escaparán a las nuevas reglas. Según FutureZone, estos deberán digitar su número de pasaporte al iniciar sesiones en los cibercafés. Asimismo, se negará la entrada a los menores de 16 años.