En la vida de las personas, familias, organizaciones, suceden acontecimientos que prolongados en el tiempo, sin que los actores lo perciban, se convierten en marcos condicionantes de las actitudes con las que enfrentamos hasta las decisiones más comunes.
Suele suceder, por ejemplo, que a la salida de un plan de ahorros, que nos impusimos, nos cueste gastar, tengamos temor de comprar algo, aunque sea un bien y no sea un mero gasto.
Es natural que así sea porque en el tiempo anterior el tiempo de ahorrar tuvimos que adaptarnos a una situación que limitaba nuestras posibilidades al punto que nos exigía cumplir con una estricta disciplina, que incluía una serie de sanciones sicológicas auto impuestas Me gustaría comprar esto pero si lo hago no voy a poder cumplir con el presupuesto que me marqué para aquello otro y voy a estar mal.
Por esta parte del mundo durante muchos meses (demasiados) estuvimos inmersos en una profunda crisis económica que tomó como rehén a las decisiones económico-financieras de las empresas, obligándolas a adoptar políticas restrictivas muy duras, ya que en ellas le iba en juego su permanencia en el mercado.
A estar por los indicadores económicos y las previsiones para el futuro inmediato, parece que ese tiempo ya pasó, que la caída se detuvo y que empiezan a mostrarse indicios de reactivación económica, con algunos estertores del viejo tiempo, es cierto, pero con una tendencia promisoria.
Muchas empresas todavía no lo perciben porque realmente aún no han sentido los beneficios de este despertar económico, otras tantas no lo quieren admitir. Sí, parece que la cosa empieza a mejorar pero hasta que tal sector no empiece a andar el mío no va a ver los resultados- parece ser el pensamiento de muchos empresarios. Cuidado con la inercia, con la vieja disciplina que estuvimos obligados a adoptar, que no nos encorsete. Cuidado, que no nos impida ver las posibilidades que se empiezan a plantear. Cuidado con la parálisis decisoria a la que nos vimos expuestos durante este largo período, ya va siendo hora de que empecemos con la fisioterapia.
Es cierto que muchas empresas no pueden liderar este cambio, han quedado muy heridas, con falta de crédito, bajos stocks, créditos a clientes de dudosa recuperación y el diagnóstico que ya conocemos. Pero también es cierto que hay otras que estando en una posición mucho mejor, no quieren ser ellas quienes den el primer paso, no por mezquindad, no por temor, no por falta de profesionalismo, sí por inercia. ¿Qué pasa mientras tanto? que mientras que las que no pueden se recuperan y las que pueden se deciden, el tiempo, implacable obra en contra de la economía en su conjunto.
Habrá muchas formas de encarar este trauma de la psicología empresarial, bienvenidos sean todos los esfuerzos en ese sentido. Pensamos que una de esas formas puede ser una rotación en los cargos jerárquicos de la empresa.
En términos futbolísticos no es lo mismo armar el cuadro para salir a jugar de visitante y cuidar el 0, que jugar en nuestra cancha y estar obligados a sumar puntos y goles a favor. Los DT lo saben, y en el transcurso del partido juegan su estrategia haciendo variantes que le dan un cambio de ritmo al equipo. Los aficionados al básquetbol conocen muy bien de los ingresos de jugadores sólo para una determinada jugada del partido.
Atención, no estamos sugiriendo que se saque del equipo a los capitanes de tormenta, estamos proponiendo que se les asigne a otra embarcación y otra tripulación. La empresa no se debe dar el lujo de perder su pericia, y este simple enroque puede lograr romper esa inercia que tanto nos preocupa. Tomar este tipo de decisiones para manejar actitudes es una aptitud gerencial.
Estimados lectores, es una preocupación constante del Equipo de Lucem, acercarles contenido con propósito, que aporte, que sirva de disparador. Nos gustaría que este artículo pudiera servir de lanzamiento para que abramos un foro en nuestro portal, para estar reflexionando sobre este punto: ¿Qué actitud debe tomar la empresa para contribuir a la reactivación? Para eso los invitamos a votar en la encuesta para saber cuántos estamos de acuerdo con el foro. Ustedes tienen la palabra.