En el año 2001, Chile registró un superávit comercial de 1.466 millones de dólares, cercano al registrado el año anterior (1.580 millones de dólares). Esa situación obedeció a la similar contracción operada en el nivel de sus exportaciones e importaciones (3.3% y 2.9%, respectivamente).
En cuanto a la reducción experimentada por las ventas de Chile, la misma se vinculó con el panorama internacional desfavorable enfrentado por dicho país en el año 2001. En efecto, dicho panorama se caracterizó por bajas tasas de crecimiento del producto en los principales mercados de destino de sus ventas (Estados Unidos, Japón, Unión Europea), y por un deterioro de los precios internacionales de algunos de sus principales productos de exportación (cobre, celulosa, salmón y fruta fresca).
Por su parte, la contracción de las importaciones chilenas estuvo fuertemente ligada a un menor crecimiento de la actividad económica interna y a la reducción de los precios de importación, en particular del petróleo.
Con los países de la ALADI, el comercio de Chile no registró importantes variaciones con respecto al año anterior. En efecto, las ventas destinadas a la región se contrajeron 0.5%, y las compras desde este origen crecieron 1.8%. Como resultado de ello, el déficit comercial de Chile con la región se situó en torno al mismo nivel del año 2000 (2.129 millones de dólares (2000), 2.254 millones de dólares (2001)).
En ese marco, la evolución de los flujos comerciales de Chile con los dos bloques subregionales evidenció comportamientos disímiles. Mientras las exportaciones chilenas a la Comunidad Andina se expandieron en forma importante (12.7%), las colocaciones en el MERCOSUR se contrajeron (-11.1%).