A partir de la versión 4.2.1 de iOS, Apple ha desistido de detectar e intervenir los terminales desbloqueados mediante el procedimiento «jailbreak».
Durante varios años, Apple ha combatido el sistema de jailbreaking, o desbloqueo, que permite cargar y activar en unidades iOS, incluido el iPad, software no distribuido mediante la plataforma App Store, férreamente controlada por Apple.
La API (interfaz de programación de aplicaciones) que hacía posible la detección de software no autorizado fue incorporada en la versión 4.0 de iOS. Silenciosamente, la API ha sido desactivada por Apple.
Aunque Apple no explica sus razones, un factor importante podría ser que las autoridades estadounidenses determinaron recientemente que el jailbreaking no constituía un procedimiento ilegal. Al extinguirse el respaldo legal de su API, Apple optó por recalcar que al desbloquearse el terminal, éste quedaba expuesto a daños y defectos permanentes.
Apple incluso llegó a decir que había «millones» de incidencias de teléfonos iPhone dañados debido al desbloqueo.
Al no haber un anuncio formal de Apple respecto a la desactivación de la mencionada API, abundan las especulaciones e interpretaciones. La más evidente parece se que se trata de una batalla perdida por Apple, ya que los hackers de todas formas encuentran la forma de desactivarla y así instalar el software que les interesa.