¿Sabe lo que buscan todos los negocios? La rentabilidad. Sin embargo, es un concepto que parece como muy gaseoso para muchos emprendedores. Hay quienes descartan el análisis de la rentabilidad, y optan por aprovechar las ganancias del día a día. Habrá días buenos como malos. Sin embargo, ya es conocido que esa forma de administrar un negocio no es nada adecuado. Debemos, en lo posible, ceñirnos a los presupuestos establecidos.
No siempre hay rentabilidad en una empresa. ¿Por qué seguir con un negocio si no es rentable? Muchos, apenas, si se dan cuenta que su negocio no es rentable. Siguen durante años trabajando arduamente, sin percatarse, que apenas el negocio sirve para su subsistencia. Culpan a la competencia, al gobierno, a la economía mundial, etc., por su eterno estancamiento.
Quitémonos la venda de los ojos. ¿Quiere saber si su negocio es o puede ser rentable? Haga esta sencilla operación: los ingresos obtenidos menos los costos totales. Ese es su rentabilidad. Ahora se preguntará: ¿Y, cómo hago para conocer mis ingresos y mis egresos? Para eso, utilizaremos una herramienta conocida como el modelo de presupuesto económico:
+ Ventas (el precio por la cantidad vendida)
– Costos variables operativos (insumos, pago a personal, equipos)
= Margen de contribución (primer resultado)
– Costos fijos operativos (alquiler de inmueble, servicios de agua y luz, seguros)
= Resultados operativos (segundo resultado)
+/- Resultados extraordinarios (ingresos o egresos no presupuestados o de urgencia)
= Resultado neto (es decir, la rentabilidad del negocio)
Ya más digerido el proceso para hallar la rentabilidad, iremos a algo más profundo: supongamos que aún no inicia el negocio, y quiere hallar cuál será su rentabilidad futura, ¿cómo haría? Ya que el precio no es algo que salga de nuestra voluntad, tendremos que investigar el mercado. ¿A cuánto vende nuestra competencia? ¿Cuánto es su caudal de productos o servicios ofertados? Todo ello, nos puede ayudar a bosquejar cuál será nuestra rentabilidad futura.
Siempre hay que ponernos bajo diferentes escenarios. Ya que aún no ha iniciado el negocio, deberá hacer la operación mencionada líneas arriba cambiando las variables. ¿Qué pasaría si la competencia baja sus precios? El rubro de ventas nuestro cambiaría. ¿O si el alquiler en cierto distrito aumenta? Nuestros costos fijos operativos se verían afectados. Tome todo eso en cuenta, y percátese si realmente su idea de negocio le permitirá crecer como empresario, o si solo es una forma de pasar el tiempo.
Vía: “Claves para emprendedores”.