«El tiempo es vida aproveche su tiempo, aproveche su vida» – Alan Lakein
¿A cuántos cursos, congresos, seminarios o conferencias ha asistido en los últimos cinco años? ¿Cuánto ha aplicado en su trabajo de todo lo visto y escuchado?
Contestar estas preguntas puede llevar a conclusiones tristemente sorprendentes. Mucha gente va a reuniones de este tipo con el simple objetivo de tener un certificado o diploma para colgar en la pared o para comenzar interesantes relaciones profesionales. Sin embargo, si nuestro desempeño laboral es deficiente, en cuanto a resultados, de nada servirá ser el poseedor de una pared oculta tras papeles enmarcados.
1 – Selección del curso
Antes de asistir a un curso, asegúrese de que el programa cubra sus necesidades.
Estudie su programa y compare el contenido del mismo con sus necesidades personales. Si no existe por lo menos un 80% de coincidencia entre ellos, pregúntese si realmente tomará una decisión correcta. Analice su metodología, en lo posible, busque aquellos que le permitan participar por sobre los simplemente expositivos, la experiencia de los oradores y conductores, la duración, lugar y horario de dictado, costo, etc.
Por último, tome la decisión.
2 – Durante el curso
Durante el curso detecte lo que va a adoptar y aquello a adaptar
Anote preguntas aclaratorias y formúlelas. Será positivo para usted, sus colegas y para los conductores de la actividad, que tendrán una idea más clara de cuáles son las inquietudes del grupo. Quede en contacto con el o los expositores para posteriores consultas. En la mayoría de los casos, estarán dispuestos a seguir en contacto con usted y brindar información adicional sobre el tema en estudio o lo guiarán en su profundización.
3 – Después del curso
Después del curso, aplique lo aprendido inmediatamente
Una manera de saber si aprendió algo, es observar si mejoró su actitud o accionar. Si su secretaria no se entiende con su computadora, toma un curso y cuando finaliza sigue mostrando desinteligencias, seguramente no ha aprendido lo suficiente. La forma de capitalizar el tiempo invertido y de trasladar a la tarea los nuevos conocimientos, es aplicándolos sin demora. Si espera «un momento más calmo» para hacerlo, probablemente este nunca llegará. Una vez en marcha, siga utilizando esta nueva herramienta a su disposición, sin dejar que el tiempo y el olvido se la roben.
Recuerde: Valore su tiempo y al hacerlo valorará su vida. Aproveche las situaciones de aprendizaje y aprovechará su vida.