Normalmente se evalúa a los productos ERPs por los grandes títulos. Si el producto es cliente servidor o tres capas, si tiene workflow definible o tableros de comando, si integra manufactura o recursos humanos, entre otros.
Pero dentro de los módulos básicos del ERP existen detalles finos que hacen que una aplicación sea mucho mejor o mucho peor al momento de utilizarla, que permita escalar a gran cantidad de puestos o no, que sea útil para empresas localizadas en distintos países, etc.
En la gran mayoría de los ERP’s, cuando se factura, aunque el documento contenga numerosos ítems, a la cuenta corriente va a parar un total que es la sumatoria de todos esos ítems y los impuestos agregados. Esto es lógico ya que de lo contrario el resumen de cuenta de un cliente podría ser una cosa extremadamente larga y compleja.
Pero existen muchos casos donde los clientes pagan algunos ítems específicos de una factura y no otros (podría ser, por ejemplo, por no cumplimiento o disconformidades), o los impuestos de la misma.
En algunos ERPs es posible especificar en un recibo, a que ítems de una factura aplica total o parcialmente.
Las ventajas de este manejo son múltiples: En principio permite mantener clara y bien definida la cuenta corriente del cliente, pero por otra parte permite manejar en debida forma las comisiones por ventas que se calculan sobre cobranzas y tipo de productos.
Por División consultoría de Evaluando ERP
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