La efectividad de una lista de correo electrónico en el marketing de la empresa está más que probada. Sin embargo, su gestión ha de ser delicada y muy cuidada. Se trata de una de las pocas parcelas relativamente privadas que hoy por hoy mantienen el usuario en la red. Y en relación a esto último, existen tres errores que pueden ser fatales en este trabajo y que tienen, casi asegurada, la pérdida de suscriptores.
Hace algo más de un año, planteábamos una batalla en toda regla entre el marketing por email y las redes sociales. Lo hacíamos a través de una interesante infografía en la que el primero ganaba gracias a una mayor penetración en el común de los usuarios, un alcance más alto y unas características más útiles.
El alcance es mayor, pero hay errores que pueden ser esquivados sólo con ponerse en la piel del dueño de la bandeja de entrada en la que ‘aterrizarán’ las comunicaciones de la empresa. Tres de los más decisivos:
– Dar de alta a quien no lo pidió. Es el peor de todos los errores. La reacción del usuario que recibe una newsletter a la que no se suscribió es, casi siempre, la misma: darse de baja y, de paso, criticar seriamente a la empresa. No sólo no se ha conseguido hacer llegar el mensaje, sino que se ha provocado el efecto contrario.
– Al peso. Enviar demasiada cantidad de información, sin segmentar, ni medir. Un bombardeo en toda regla que seguro no tendrá un final feliz para la marca en cuestión.
– Un diseño con problemas. Imágenes que no se cargan, distribución del contenido caótica y poco estructurada o un diseño poco adaptado a los móviles no invitarán a seguir recibiendo esas comunicaciones.
Estos son errores garrafales. Puede haber otros muchos más que se cometan en el día a día. ¿Qué otros más incluirías en esta lista?
Vía: pymesyautonomos.com