Una ley estadounidense relativamente desconocida permite a los funcionarios de aduana de ese país confiscar las computadoras portátiles de viajeros extranjeros y retenerlas por tiempo indefinido. No es necesaria la sospecha fundada por parte de la autoridad.
Una ley estadounidense relativamente desconocida afecta a los empresarios extranjeros de visita en Estados Unidos. En la práctica, la ley permite a los funcionarios de aduana retener, examinar, y en el peor de los casos confiscar por tiempo indefinido las computadoras portátiles de los viajeros.
Según el periódico estadounidense International Herald Tribune, la ley ha causado preocupación entre ejecutivos extranjeros. Las grandes empresas, que envían altos ejecutivos a Estados Unidos, temen que información confidencial almacenada en las computadoras pueda llegar a manos de intrusos.
Estos días se organiza en Barcelona la conferencia de la Association of Corporate Travel Executives. Según un sondeo realizado por la organización, la mayoría de los ejecutivos consultados desconoce la ley estadounidense en cuestión.
«Una de nuestras afiliadas dijo haber esperado dos años para recuperar su computadora portátil», comentó Susan Gurley, directora de la organización a International Herald Tribune.
Según el abogado estadounidense Tim Kane, ha habido varios casos en que ejecutivos extranjeros han debido recurrir a los tribunales de justicia para recuperar sus computadoras portátiles confiscadas en la aduana.
«Con esa ley, las autoridades no requieren invocar una razón específica, ni siquiera una sospecha, para analizar los contenidos de las computadoras portátiles de los viajeros. Están facultadas para hacerlo sin mediar sospecha alguna y sin dar razones», comentó Kane a International Herald Tribune.