La consultora Gartner observa que aunque las computadoras portátiles presentan una serie de ventajas en relación con los modelos de escritorio, existen «costos ocultos» que pueden socavar el valor utilitario del hardware.
Una computadora portátil de bajo precio puede convertirse en un serio malestar en algunas empresas. Según la consultora Gartner, el problema radica en que las máquinas portátiles suelen sufrir desperfectos que ocasionan gastos en reparaciones y -lo que es peor- pérdida de productividad.
Gartner observa que una de cada seis computadoras portátiles sufre un desperfecto serio durante el primer año después de su adquisición. El ratio de fallas es tres a cuatro veces superior al de las computadoras de escritorio, y esto no debería sorprender, ya que las portátiles son expuestas a situaciones mucho más severas que un PC que tiene su lugar fijo bajo un escritorio.
Y al contrario que un PC de escritorio, cuya reparación puede ser realizada por el propio personal TI de la compañía, simplemente cambiando los componentes, los compactos laptops deben ser enviados al propio fabricante para su reparación. Esto toma tiempo y ocasiona pérdidas de productividad para el empleado que debe prescindir de su computadora.
Gartner observa que anteriormente eran las pantallas de los PC que con mayor frecuencia se estropeaban. Actualmente son las placas madre, discos duros y teclados.
Gartner sugiere invertir en acuerdos de servicio adecuados, que garanticen la rápida reparación o eventual sustitución de los equipos dañados. Finalmente, la consultora desaconseja a las empresas intentar reparar las máquinas portátiles por cuenta propia. En lugar de ello, sugiere comprar equipos más costosos y sólidos para los empleados clave.