A Apple parecen irle siempre las cosas de perlas. Casi siempre copa titulares por sus millonarias ventas y por sus fenomenales (y esperadísimos) dispositivos. Sin embargo, los gigantes como Apple también sufren traspiés de vez en cuando.
La empresa de la manzana deberá pagar una multa de 450 millones de dólares por haber urdido un plan para subir los precios de los libros electrónicos.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos le echa en cara a Apple que se sirviera en su día de su privilegiada posición en el mercado para presionar a cinco grandes editoriales para incrementar en un 40% el precio de los ebooks.
La sentencia del Tribunal Supremo del país norteamericano se remonta a hace seis años, a 2010, cuando Apple debutó en el mercado con su primer iPad. Ese primer iPad albergaba en sus entrañas aplicaciones específicas para la lectura de libros electrónicos, un sector del que Kindle, el ereader de Amazon, era por aquel entonces “dueño y señor”.
Según el veredicto del tribunal, Apple se puso de acuerdo con cinco editoriales (Hachette Book Group USA, HarperCollins, Macmillan, Penguin Group y Simon & Schuster) para plantar cara a Amazon, controlar el mercado de los ebooks y forzar una subida en los precios de los libros electrónicos.
Apple tendrá que desembolsar 400 millones de euros para compensar a los usuarios de ebooks, 20 millones que irán a parar a manos de los 30 estados que apoyaron la demanda contra los de Cupertino, y 30 millones en tasas ilegales.
En la sentencia el juez insta a Apple a que modifique sus prácticas y designa asimismo un observador que garantice que la empresa de la manzana cumple de verdad lo que el veredicto le exige.