Si uno se encuentra en el mar y de pronto viene una gran ola. Pregunta: ¿la ola será buena o mala?
Respuesta: todo depende de dónde uno se encuentre con respecto a la ola. Si uno se encuentra encima de ella, será la fuerza que lo impulse. Y si la ola está encima de uno, será la fuerza que lo aplaste. La fuerza es la misma. La clave está en cómo se la usa.
Algo similar ocurre con la frustración: puede que la ola lo tumbe y entonces alejará del éxito a la persona, o se la puede usar para superarse donde la fuerza de la misma impulsará a lograr superar los obstáculos.
De tal modo que la insatisfacción con la que algunos justifican su caída es la misma con la que otros justifican su superación. Así que la frustración sea una especie de semilla del éxito o del fracaso la que depende exclusivamente de uno y de cómo se la emplee.
Entonces, uno es libre de tomarlo como la fuerza que justifica el fracaso, pero también como el impulso que justifica el éxito.
¿Cómo superar la frustración?
La gran mayoría de veces la frustración aparece cuando no se consigue realizar los sueños, proyectos y deseos. Y es común que los sentimientos que la acompañan se vean relacionados con el momento personal que se vive lo que aumenta el sentimientos de ineficacia, baja en la autoestima, falta de motivación e ilusiones; de fracaso en general.
Sin embargo, cuando se logra deshacer de éste sentimiento, un volverá de nuevo a proyectar, a desear y emprender de nuevo que, a fin de cuentas, es la búsqueda de los sueños.
Vía: Equipo Pymex.