Expertos de Kaspersky Lab han detectado un incremento del uso de cuentas de Facebook secuestradas, falsas o robadas.
En realidad, es algo tan común que existen compañías que crean cuentas falsas para luego venderlas a otros ciberdelincuentes. Como es natural, cuantos más amigos tengan estas cuentas, más caras serán, porque pueden usarse para atacar a más usuarios.
En las últimas semanas ha despuntado una nueva ciberestafa que está circulando en la red y que consiste en que los ciberdelincuentes, usando las cuentas robadas o secuestradas, envían mensajes personales a los amigos o contactos simulando tener un problema: con excusas como estar atrapados en un aeropuerto, reclaman unos euros para comprarse un pasaje de vuelta a casa. O te cuentan que la clave de su cuenta bancaria online no le permite el acceso y le piden a la víctima usar las suyas.
Suecia ha sufrido hace poco una estafa de este tipo de grandes proporciones afectando a la banca online donde se robaron más de 135.500 euros mediante la infección de ordenadores de muchas víctimas. Los atacantes utilizaron un troyano que enviaron a las víctimas y, una vez instalado, les permitía acceder a sus ordenadores. Por suerte, estos ciberdelincuentes fueron arrestados y están en la cárcel.
El concepto de este fraude es bastante sencillo. Se basa en el hecho de que hay una gran cantidad de información personal publicada en Facebook y los ciberdelincuentes pueden recopilar con facilidad mucha información sobre una persona en particular. Y si están usando una cuenta robada, también tienen fácil acceso a la información de sus contactos.
Unos sencillos consejos para prevenir este tipo de ataque:
– Asegúrate de que la persona con quien te comunicas es realmente quién crees que es. Quizás deberías llamarla por teléfono, o ponerte en contacto con sus familiares para verificar que realmente se encuentra en el extranjero.
– Nunca facilites ninguna información sobre tus cuentas bancarias por Internet.
– No añadas o aceptes solicitudes de amistad de desconocidos.
– Asegúrate de contar con una solución antivirus instalada en tu ordenador.
– Recuerda cambiar frecuentemente tus contraseñas. Han de ser complejas y difíciles de adivinar, para lo cual conviene usar una combinación de letras, números y símbolos.
– No uses tu contraseña de Facebook para otros sitios, porque si la contraseña queda comprometida en un sitio, puede usarse para acceder a otros sitios.