Uno puede hacer un sencillo y rápido análisis al por qué compran cosas las personas y muy probablemente concluya en que, las personas en realidad compran, porque les motiva una idea; que es lo que al final terminan comprando. Quizá suene un poco enredado, por lo que lo explicaré de mejor forma llevando hasta ustedes la imagen de una persona que compra una prenda de vestir, o un auto, o cualquier otra cosa que se pueda adquirir. ¿Qué le ha llevado a tomar la decisión final sobre qué camiseta comprar, o qué auto comprar? ¿Qué ha incidido realmente en su decisión de compra, para que escoja el que yo ofrezco y no el que otros ofrecen? Muy sencillo: Yo he logrado venderle la idea que esa persona necesita.
Y soy consciente de qué, aún en este punto del texto existen dudas, pues ¿Qué clase de idea puedo vender con una camiseta? ¿Qué idea vendo con un producto y por qué se ha llevado mi producto por proyectar la que específicamente esa persona necesita? Con una camiseta se puede vender la idea de bienestar, de estilo de vida, de religión, de nivel económico, de nivel intelectual. Es decir: una camiseta Lacoste (para jugadores de golf, gente, naturalmente, con alto poder adquisitivo), no vende la misma idea que una de marca Converse (diseñadas habitualmente para jóvenes que pretenden expresar su estilo de vida relajado por medio de ese tipo de ropa). Lo mismo sucede con los autos, con los perfumes, las camisetas, las zapatillas y todo producto que lleguemos a imaginar; siempre al final, nos motiva una idea.
Existe incluso la idea de economía que motiva a muchas personas a comprar. El gran éxito de las promociones es un claro ejemplo de lo que se consigue con esta idea. ¿En realidad nos favorece la compra de una promoción? ¿No estaremos comprando lo mismo en menor cantidad o de peor calidad o sencillamente mordiendo un anzuelo que nos conduce a adquirir otros productos y lograr el equilibrio? En fin, esa respuesta se la dan ustedes.
Las ideas ecológicas y de novedad tecnológica son las más utilizadas hoy día. Todo te lo venden intentando dar fe de una consciencia ambiental o de que estás siendo parte del progreso; una cuestionable idea futurista.
En fin, es esto grosso modo lo que representan las ideas dentro de las ventas. Y es ahora el momento de preguntarse ¿Qué idea vendo con mi producto? ¿Qué transmite al usuario? De todo eso te encargas tú como creador; el marketing sólo lo exagera un poco y lo lleva hasta el público, mi querido lector.
Autor: David Barrera