Por largo tiempo, Microsoft ha procurado mejorar la seguridad de Windows XP. Las mismas razones de seguridad llevan a la compañía a reducir la compatibilidad de XP con programas anteriores.
Como resultado de los problemas de seguridad de Windows XP, Microsoft opta por hacer que el software sea menos compatible con software que comienza a ser anticuado. Según el gigante informático, la compatibilidad de XP con programas anteriores pone en riesgo la seguridad del sistema operativo.
Para el lanzamiento de Windows XP era importante para Microsoft que la transición a un kernel puramente NT no afectara la compatibilidad con el software que sólo tuviese respaldo en MS-DOS o Windows 3.1 hasta Windows 98.
Esto ha resultado en numerosos problemas de seguridad, por lo que ahora Microsoft se ve en la necesidad de elegir entre la seguridad y la compatibilidad. En esta disyuntiva, la compañía de Bill Gates da preferencia a la seguridad.
En la práctica, esto implica que para el lanzamiento de Windows XP Service Pack 2, una serie de versiones antiguas de Office no funcionarán en Windows XP.
La información, reproducida por FutureZone, prueba que Microsoft está implantando su renovada política de seguridad, que hace dos años fue definida en la elaboración del programa “Trustworthy Computing”. Entonces se señalaba que, en algunos casos, se daría prioridad a la seguridad en lugar de la facilidad de uso.
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