La Cooperación supone una asociación de fuerzas entre empresas que les permitirá compartir recursos, evitar riesgos, y aprovechar las ventajas competitivas de cada una de las empresas con el fin de alcanzar un objetivo común. La Cooperación puede ser entre dos o más empresas y de carácter temporal o indefinido.
Muchas son las formas de cooperación entre empresas como organización en asociaciones, creación de “lobbies” y otras. No obstante aquí se comentarán los tipos de cooperación entre un grupo pequeño de empresas – generalmente dos -, que comporten como objetivo el alcanzar un nuevo mercado, un nuevo producto o una nueva tecnología con la que mejorar la competitividad de las empresas participantes.
Las razones que una empresa puede tener para cooperar con otra pueden ser de lo más variado, pero se pueden clasificar en tres grandes grupos:
Razones internas. Razones de este tipo que pueden conducir a la cooperación son compartir: riesgos de costos, recursos físicos y tecnológicos, líneas de productos, canales de distribución, medios y servicios de abastecimiento, personal directivo y especializado, etc.
Razones competitivas. Tienen por objeto reforzar las oportunidades competitivas de las empresas que forman parte de la cooperación, como puede ser la expansión de negocios ya iniciados, evitar la guerra de precios, etc.
Razones estratégicas, como son la penetración en otros mercados, diversificación de productos, transferencia de tecnología, etc.
Las empresas asociadas por una cooperación deben obtener beneficios para que ésta sea posible. Si bien no puede establecerse una relación directa entre el tipo de cooperación elegido y los beneficios obtenidos, entre éstos se destacan:
La cooperación permite una organización compartida, por lo que no se precisa que la totalidad de las operaciones organizativas se realicen en cada una de las empresas, sino que pueden ser compartidas.
La cooperación puede acelerar el aprendizaje, y reducir el tiempo necesario para la puesta en marcha de un nuevo proceso o producto.
Permite un mayor y mejor reparto de riesgos.
Facilita la entrada en nuevos mercados tanto por la vía comercial como por la vía de la innovación.
Entraña siempre una evolución importante.
Permite una política de desarrollo y crecimiento con pocos recursos.
No obstante, y a pesar de las razones y beneficios que una empresa tenga para cooperar con otra, ésta será posible en función de la actividad de la empresa y de la proximidad geográfica de sus mercados actuales.
Si desea conocer más acerca de cómo su empresa puede beneficiarse con la cooperación internacional, escriba a esta dirección o comuníquese con el +54 11 4343 0900.
Por División consultoría de Evaluando ERP (www.evaluandoerp.com)