En la actualidad el spyware es uno de los softwares maliciosos de mayor alcance. ¿En qué consiste exactamente, en qué puede afectarnos, cómo podemos protegernos de él? En este artículo Ignacio Sbampato, Vicepresidente de Eset paraLatinoamérica, ofrece su visión sobre este espinoso tema.
Hoy en día el spyware (o software espía) es uno de los tipos de malware de mayor difusión, y tiene una elevada incidencia en la actividad de los profesionales y usuarios hogareños. Las estadísticas demuestran que actualmente existen más versiones distintas de spyware conocidos que de virus. La diferencia reside en el hecho de que los virus estuvieron presentes en el mundo informático durante los últimos veinte años, mientras que el spyware es una amenaza reciente, de no más de dos o tres años de antigüedad.
Inicialmente el spyware nació como un conjunto de aplicaciones incluidas junto al software gratuito, con el objetivo de obtener información sobre la actividad del usuario en su computadora, a fin de poder determinar su perfil de navegación e intereses. Esto tiene mucho valor para las compañías dedicadas al marketing en Internet, ya que gracias a esta información pueden confeccionar bases de datos que les permiten conocer fehacientemente qué es lo que puede interesarle a cada usuario o perfil en particular. Pero como toda amenaza informática el spyware evolucionó y ya no sólo se instala junto al software distribuido libremente, sino que utiliza otros métodos para llegar hasta las computadoras de los usuarios.
Uno de estos métodos son las páginas de Internet que intentan aprovechar vulnerabilidades en los navegadores de los usuarios. Cuando un usuario navega por ciertos sitios web, es posible que un spyware intente instalarse en su equipo, explotando algún agujero de seguridad conocido. Además los spywares incrementaron sus funcionalidades hasta convertirse en algo más que programas ocultos que procuran obtener información: hoy intentan interactuar con el usuario a través de barras de herramientas en el navegador, por ejemplo. De esta manera pueden saber qué es lo que está haciendo el usuario en ese momento y están en condiciones de agregar “contenido” a las páginas visitadas, ya sea resaltando textos de las mismas (palabras claves asociadas a productos que pagan por participar en estas “estrategias de marketing”) o abriendo ventanas emergentes (pop ups) con publicidad. Por nombrar un ejemplo, hay un tipo de spyware que apareció hace tiempo y aún sigue funcionando bajo distintos nombres y formas; se trata de un software espía que intenta detectar ciertas palabras claves en las páginas que el usuario visita y modificarlas dinámicamente para incluir enlaces a sitios de venta. Si por ejemplo encuentra que el usuario está leyendo una página en la que se nombra una tarjeta de crédito específica, resalta el nombre de la misma y agrega un enlace hacia un sitio donde el usuario pueda suscribirse a dicha tarjeta.
Antivirus nueva era El spyware se está convirtiendo en una amenaza importante para el funcionamiento normal de los equipos hogareñas y las redes corporativas. Distintas estadísticas evidencian que un alto porcentaje de equipos está infectado por este tipo de malware, en la mayoría de los casos sin saberlo. Uno de los problemas que genera el spyware, además de la clara invasión a la privacidad, es la degradación de las redes informáticas, debido a la constante comunicación que mantienen con el exterior.
En el mundo se están llevando adelante iniciativas legislativas -sobre todo en Estados Unidos y Europa-, para poder enfrentar a las empresas que están detrás de la creación constante de este tipo de malware. Además existen numerosos programas y aplicaciones que protegen a los usuarios del spyware y su “primo”, el adware. Dado que no hay diferencia en los métodos necesarios para detectar y eliminar al software espía y otros tipos de malware, es importante contar con una aplicación capaz de enfrentarlos a todos. Así las cosas, en nuestros días los antivirus se están convirtiendo en herramientas anti-malware, dado que están incorporando funciones para detectar todo tipo de software malicioso, y no sólo virus informáticos. Entre estas funciones se encuentra la detección de spyware y adware.
De esta manera hoy un antivirus brinda una protección global, sin necesidad de contar con productos adicionales para detectar y eliminar las nuevas amenazas. Recientemente los laboratorios West Coast lanzaron una nueva certificación Checkmark, especialmente diseñada para chequear el rendimiento de las herramientas contra el spyware. Este tipo de certificaciones permite saber a ciencia cierta si la herramienta evaluada se compromete con la detección del spyware, y si es capaz de brindar una protección completa. Hasta ahora sólo dos compañías lograron certificar sus productos: una de ellas es Eset con su herramienta NOD32. La tendencia demuestra que la propagación del spyware sigue en franco ascenso, debido al interés comercial que hay detrás de él. Por lo tanto es necesario que lo tengamos en cuenta a la hora de elegir una aplicación que proteja nuestro equipamiento informático.