Tradicionalmente, un coach era quien se desempeñaba con un deportista o un equipo ayudándolos a elevar su rendimiento en el juego. Del deporte, el concepto se trasladó al mundo empresarial y de liderazgo donde, aplicando el mismo criterio, se trabaja con una persona o equipo para determinar sus fortalezas y sus espacios a mejorar.”, explica el licenciado Ignacio Trujillo, socio de la Consultora ALAS
“Definiéndolo, el coaching es una disciplina práctica que facilita aprender a observar, pensar, sentir y hacer de formas diferentes para lograr diferentes resultados en diferentes ámbitos como el trabajo, la familia, la pareja, alcanzado una vida plena”, precisa el licenciado Daniel Elfenbaum, director de ALAS, y continúa: “Estos objetivos sumados a los avances tecnológicos y en la comunicación, se tradujeron en cambios de paradigmas que nos desafiaron a repensar al “ser humano”. De aquí se desprende el término “Ontología” (ciencia o estudio del Ser). Es este el espacio donde trabaja el “Coaching Ontológico”, y donde radica la diferencia con otros coachings. Nosotros apuntamos además de mejorar las acciones, las relaciones y la con-vivencia, a liderar nuestros sueños, a evolucionar y refinar nuestra forma de ser, logrando que nuestra vida sea una experiencia divertida y placentera.
El licenciado Trujillo explica que en el mundo empresarial se relaciona coaching con aconsejar, o indicar cómo se deben hacer las cosas, pero utilizando un término internacional: “Nada tiene que ver el coaching ontológico con aconsejar, sino todo lo contrario –dice el profesional-. Una persona que se forma como coach, trabaja primero consigo misma, y luego en base a la experiencia aprendida invita al otro a descubrir sus potencialidades. Pero no diciéndole lo que el otro tiene que hacer, sino ayudándole a que por sus propios medios encuentre su mejor alternativa”.
– ¿Cómo trabaja el coach?
– La principal herramienta es la pregunta. El trabajo consiste en la detección de los obstáculos o límites de la persona o el equipo y que son causa de conflicto, muestra la relación de las acciones con los resultados y con el tipo de observador que está siendo esa persona. A partir de allí ofrece otras posibilidades, interviniendo sobre las 3 coherencias del ser: cuerpo, emociones y lenguaje. Esto lo realiza a través de conversaciones, ejercicios y experiencias. Se abren nuevas formas de observar, de ser y hacer, pudiendo facilitar así los resultados buscados. El coach opera en 2 ámbitos, El observador y el sistema.
– ¿En qué consisten y como se ven los cambios?
– Al final de un entrenamiento, programa anual, intervención individual o consultoría en una empresa, los cambios muchas veces se ven en resultados tangibles y otras en cosas que no se ven pero se sienten y nos demuestran que esa persona ve la vida de una forma diferente, su corazón está más cerca de su cabeza.
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