El coste medio para resolver un problema de fuga de información es de 6,6 millones de dólares.
Sophos afirma que el 70% de las empresas han sufrido como mínimo una fuga de datos en el último año. Este y otros datos se han dado a conocer en una webcast que, bajo el título “Implicaciones empresariales de una filtración de datos», se ha organizado con profesionales de seguridad de la Administración Pública, de empresas privadas y de partners.
Realizada por Pablo Teijeira, Corporate Account Manager de Sophos Iberia, también ha confirmado que el 75% de las filtraciones de datos empresariales son accidentales. Y este dato empeora si se tiene en cuenta que el 86% de los profesionales informáticos afirma que alguien de su empresa ha perdido o le han robado el ordenador portátil y el 61% informa de que, como resultado, sufrieron pérdida de datos.
Estos datos vienen a confirmar la preocupación por una información que es el principal activo de cualquier empresa. Hoy en día la cantidad de datos electrónicos que manejan las empresas crece exponencialmente y, además, cada vez están más dispersos. De hecho, lo que ocurre frecuentemente es que en dispositivos móviles se concentran grandes cantidades de información empresarial confidencial.
La filtración de datos es la preocupación de seguridad empresarial principal para los profesionales informáticos (38%) por delante del cumplimiento de las normas (33%) e, incluso, de los virus informáticos (27%).
Las filtraciones de datos pueden llevar consigo graves consecuencias de muy diferente índole, pero que se agrupan en tres aspectos: financieras, sociales/políticas y legales.
“Esto quiere decir que la fuga de datos puede dejar maltrechas las cuentas de una empresa puesto que el coste medio para resolver un problema de fuga de datos es de 6,6 millones de dólares», afirma Pablo Teijeira.
En cuanto a los costes sociales/políticos son más difíciles de cuantificar, pero no por ello son menos importantes, ya que puede suponer una pérdida de clientes y dificultades para conseguir otros nuevos por la imagen negativa que provoca, así como la pérdida de reputación en el mercado y de confianza de los clientes.
En cuanto a los costes legales, también puede llegar a ser muy elevados, derivados de condenas por infringir las leyes de protección de datos y posibles demandas interpuestas por los afectados. De hecho, los gobiernos cada vez dan más importancia a la protección de datos y, como resultado de ello, crean nuevas leyes y mayores sanciones para castigar las fugas de datos.
Fuente: Sophos.