El mundo laboral es hoy cada vez más exigente, por lo que se debe intentar conservar altos los niveles de productividad durante toda la jornada.
Sin embargo, con en el afán de cumplir con todas las obligaciones muchas veces se incurre en malos hábitos que no hacen más que perjudicar el desempeño laboral.
Así que para evitarlos, echa un vistazo a estos 7 malos hábitos que atentan contra la productividad por lo que hay que quitárselos de encima:
1. Empezar la mañana con prisas
Mucha gente acostumbra a comenzar su jornada laboral diaria con toneladas de adrenalina y aterriza en la oficina literalmente con la lengua fuera. Y ese frenesí atenta contra la productividad.
2. No desayunar
También no son pocos quienes inician su jornada laboral sin haber desayunado. Lo cierto es que al no desayunar se pone por los suelos los niveles de azúcar en sangre y esa ausencia de glucosa hace que uno se sienta cansado, apático e irritado. Un desayuno verdaderamente saludable debe ser rico en proteínas, vitaminas, minerales y fibra.
3. Abordar primero las tareas más fáciles
Sin duda que comenzar con las tareas más fáciles es sumamente tentador, sobre todo cuando un proyecto particular difícil está asomando en el horizonte. Sin embargo, la fuerza de voluntad es un recurso lamentablemente finito que se va agotando en el transcurso del día. Y por eso en términos estrictamente productivos es mejor comenzar con las tareas difíciles primero y dejar las más fáciles para el final.
4. Leer y responder emails tan pronto como llegan a la bandeja de entrada
Se supone que el correo electrónico es una valiosa herramienta online en el trabajo, pero también es una poderosa fuerza distractora que deja hecha añicos la productividad. Por eso, cuando un email asome en la bandeja de entrada, no hay que precipitarse para responderlo si no es verdaderamente urgente.
5. Mirar constantemente las notificaciones en Twitter, Facebook y otras redes sociales
¿No se puede dejar de mirar las notificaciones en las redes sociales? No hay que preocupe: nadie está enfermo ni nada parecido. Simplemente es presa de una urgencia psicológica que le obliga a estar comprobando constantemente las actualizaciones en los social media. ¿Lo mejor? Desconectarse de las notificaciones en el navegador y la productividad subirá como la espuma.
6. Tener el teléfono siempre al alcance de la mano
Más allá de las redes sociales, son también tentadores los teléfonos móviles. Un estudio publicado en el Journal of Experimental Psychology concluyó que las personas que están muy concentradas en una determinada tarea y son interrumpidas por alguna notificación del teléfono móvil son tres veces más propensas a cometer errores.
7. Navegar sin ton ni son en la red de redes
Seguro que alguna vez se ha experimentado esta sensación en más de una ocasión. Se ha buscado algo en internet (relacionado con el trabajo), se ha pulsado atraído como un imán el link de “artículos relacionadas” y se ha pasado horas leyendo tonterías. Hay que intentar poner fin a este hábito tan malsano echando mano de la extensión para Google Chrome StayFocusd.
Vía: marketing directo.