Esta es la historia común del emprendedor: cansado del bajo salario que recibe en la empresa, decide renunciar a su empleo intempestivamente, bajo la consigna de que mañana será el día que comenzará su camino al éxito, el día en que creará su propia empresa. Una historia de emprendimiento muy atrayente, sin embargo, que no necesariamente va de la mano con el éxito. ¿Cuál es la verdad, entonces? Que las empresas que surgen de un día para el otro tienen menores posibilidades de subsistir luego del año de existencia en comparación a las empresas que se constituyeron paso a paso, y sin la necesidad del efectivo del día a día.
Si has decidido renunciar a tu empleo para comenzar tu propio negocio, te decimos que lo pienses una vez más. Quizás puedas iniciar tu negocio sin la necesidad de renunciar, por ahora, a tu empleo. Y aquí te damos algunas buenas razones para proceder de esta manera:
Prueba tu idea
Con un salario seguro cada fin de mes, tienes la posibilidad de probar tu idea durante algún tiempo sin la necesidad de estar pensando en la recompensa económica inmediata. Los grandes negocios no nacieron grandes, empezaron siendo pequeños. No pretendas construir un Porsche cuando ni siquiera puedes hacer una bicicleta con tus propias manos.
Formaliza tu negocio
No creas que todo resultará sencillo. Hay que invertir tiempo para formalizar tu negocio. Desde el registro de tu empresa en Sunarp, hasta los permisos necesarios para la municipalidad, todo requiere de tiempo. Por ello, aprovecha esas horas libres que te deja tu empleo para la entrega de todos los documentos exigidos por las autoridades correspondientes.
Advierte los problemas
Esto guarda estrecha correlación con el punto 1. Cuando pongas tu negocio a prueba, advertirás que tu público no necesariamente piensa igual que tú. Y es ahí cuando puedes dar algunos ajustes a tu idea de negocio. Es mucho más sencillo realizar esos ajustes cuando hay poco dinero en juego, que cuando ya has invertido una fuerte suma de capital.
Revisa las finanzas
Además, no olvidemos que los números que tienes en mente quizás no cuadren con la realidad. Las máquinas o equipos pueden resultar más caros de lo que presupuestaste. Quizás te percates que necesitas alquilar un almacén. O un espacio más amplio para tu tienda. Ese periodo de prueba que afortunadamente te permite tener un empleo seguro es un espacio precioso de tiempo en el que puedes reconfigurar la economía de tu negocio, para no invertir en balde.
Invierte tiempo en tu capital humano
Las empresas no se construyen en base a la infraestructura o los equipos. Son las personas, de carne y hueso, los que hacen que una empresa sea exitosa o no. Si decides renunciar a tu empleo y embarcarte de inmediato a la carrera emprendedora, puedes irte de bruces cuando la necesidad te exija contratar al primer trabajador que cruce tu puerta. Tómate el tiempo necesario para contratar al talento adecuado para tu negocio.
Aprende a tratar al cliente
No todos los emprendedores al iniciar su negocio han experimentado lo que es tratar con un cliente. Muchos emprendedores vienen de labores administrativas o técnicas, y desconocen por completo la psicología de los clientes. Es por ello, que debes aprovechar el tiempo que tienes como empleado para averiguar cómo se maneja tu empresa en cuanto a relaciones con los clientes.
Desde tu experiencia, ¿consideras que es mejor empezar un negocio manteniéndonos temporalmente tu empleo?
Vía: entrepreneur.com