La primera hora del día en el trabajo. Por un lado, vemos a compañeros con una sonrisa de oreja a oreja. Y por otro, a personas con ganas de ser tragados por la tierra. Un buen día, o un mal día, puede ser fácilmente pronosticado por nuestros hábitos matutinos. Las horas más importantes del día, por tanto, no son las que pasamos en el trabajo, o durante la noche, cuando vemos algo de TV o nos sentamos frente a la PC. Las horas de las que dependerá tu día son las 3 primeras de la mañana. Así que recárgate de energía durante ese lapso de tiempo.
Levántate con el pie derecho
Tienes 120 segundos para iniciar bien tu día. ¿Cómo? Apenas te levantes, siéntate, toma un poco de aire y reflexiona sobre lo que tienes actualmente y lo que te toca hacer durante el día. Este hábito no solo es bueno para renovar tu energía mental, sino también la física, así que procura sentarte de la forma más cómoda posible, con la espalda en posición perfecta y respirando de forma profunda.
Deja fuera tu Smartphone
O cualquier aparato electrónico que te conecte a Internet. La verdad es que tanto los Smartphones, las Tablets o las propias computadoras representan un lastre en materia de organización de tiempo, pues nos “invitan” a acercarnos a ellos apenas iniciamos el día. Por ello, elimina la tentación de plano. Recurre al despertador de tu abuelo para levantarte. Y solo mantén la radio como medio de comunicación de consulta dentro de tu habitación.
Tómate una limonada
Un vaso de agua fría con unas gotas de limón, y si quieres, algo de edulcorante, es lo primero que debes de beber durante el día (por supuesto, antes del desayuno). ¿Qué tiene de mágica esta bebida? En primer lugar, ofrece grandes beneficios en materia de higiene bucal y estomacal. Y en segundo lugar, esta combinación permite activar de forma instantánea nuestro organismo e incrementar nuestra energía.
Dedícale 15 minutos a las personas que más quieres
¿Te quejas de que el trabajo no te da tiempo para disfrutar con tu familia? ¿Y por qué esperas salir del trabajo para hacerlo? ¿Por qué no lo haces al levantarte? Nuevamente, nada de aparatos electrónicos. Procura tomar el desayuno acompañado de tu pareja e hijos. La nueva hora de confraternidad familiar es la del desayuno, que poco a poco fue reemplazando al tradicional almuerzo en casa (hoy ya es una utopía hablar de un almuerzo familiar).
Muévete
¿Hacia el trabajo? No, para nada. Ejercítate. No hay excusas. Si entras a las 9 de la mañana, vas sobrado de tiempo para entrenar. Si es una hora antes, también, solo es cuestión de poner tu despertador a las 7 de la mañana. El ejercicio diario no solo te mantendrá en buen estado físico, sino también, te dará la energía necesaria para aguantar el largo día que te espera en el trabajo. 3 horas a la semana, es decir, una media hora por día es suficiente para elevar tu energía a la estratósfera.
Vía: Forbes.