Al crear un negocio escucharás consejos de todos lados. Algunos salidos de las revistas y diarios de negocios, otros salidos de la boca de otros emprendedores como tú e, incluso, consejos de personas que si bien nunca han hecho un negocio en su vida, creen tener algunos visos sobre cómo desarrollar uno.
Parte de esos consejos pueden ser muy importante para tu desarrollo emprendedor, pero lo más probable, es que la mayoría de ellos carezca de utilidad o sea poco práctico en el terreno de los negocios. Esta vez te traemos, los que consideramos, los 5 consejos básicos que todo emprendedor primerizo debería recibir:
“No cuentes con el dinero hasta que esté en el banco”
Hay muchos emprendedores que creen que cerrar un contrato implica ya contar con dinero en efectivo. Craso error. Ni el conseguir clientes ni inversionistas significa que ya tienes dinero para tu negocio. Sólo presupuesta dicho capital cuando ya esté en tu cuenta bancaria. Mientras no esté ahí, ni pienses en él. Muchas cosas pueden ocurrir en el camino desde que alguien te promete algo hasta que el dinero se deposite en el banco.
“Los grandes productos sobreviven por sí mismos”
Imagínate por un momento que eres un inversionista, y no un emprendedor. ¿Invertirías tu dinero en una empresa que no tiene un gran producto pero que se administra bien? ¿O en uno con un producto llamativo y poderoso pero que no goza con los elementos ideales en su dirección?
Aunque resulte difícil de entender, los inversionistas preferirán a ese negocio que, pese a estar mal administrado, ofrece un producto revolucionario. Un buen producto o servicio vence al CEO más genial del mundo.
“Ser rentable es lo más importante”
Sé que hay que seguir nuestros sueños, pero si un negocio no es rentable, simplemente no es un “negocio”. Puede resultar duro decirlo, pero algunas veces hay que saber abandonar con la cabeza levantada e intentar en otro rubro a tiempo, antes que morir sin tener la chance de una segunda oportunidad.
Tampoco se trata que abandones tu negocio porque simplemente no tiene el crecimiento exponencial que tú esperabas. Analiza bien tu cuadro de ingresos y egresos, y lanza una cifra de lo que tú consideras como mínimamente rentable para tu negocio.
“No busques la solución, busca la optimización”
Hacer negocio no es una ciencia. No hay una solución exacta a cada problema que surja en la empresa. Es probable que tengas que elegir entre una enorme baraja de posibilidades ante un problema concreto. Elegir una de dichas posibilidades no significa que las demás sean erradas.
Únicamente implica que esa posibilidad es la óptima para tu negocio. Una solución óptima es aquella que acarrea menos problemas colaterales en contra de tu propio empresa.
“No gastes energía en vano”
Existen videojuegos en los que uno tiene que disparar una serie de objetivos que van de un lado a otro. A medida que pasamos de fase, nos vemos en la obligación de dejar pasar algunos objetivos para seguir con nuestra misión final: pasar de fase. Es lo mismo que tienes que hacer en tu negocio.
No tienes que captar a cada cliente que ves pasar frente a tu local. Ni tampoco creer nuevos productos año tras año. Eso es perder energía, mejor utilízala en lo que es más importante para ti y tu negocio.
Vía: entrepreneur.