¿Cómo te distingues del resto de tu competencia? Sigue estos consejos para crear una conexión emocional con el cliente en base a tu historia.
A pesar de las dificultades en nuestra economía, parece justo decir que vivimos en una época de abundancia. Las tiendas minoristas ofrecen una gran variedad de cosas, desde guantes para lavar y botes de basura hasta el tipo de papel higiénico que desees.
Aunque la variedad sea algo normal, también puede ser algo abrumadora. Con todas esas opciones, ¿qué debemos comprar? Esta es una pregunta crucial para hacernos, ya que será lo que tus clientes también se estarán preguntando.
Cuando la gente observa tu producto o servicio en el internet o en las repisas de las tiendas, ¿cómo te distingues del resto?
La respuesta frecuentemente se resume en un factor: la historia.
Piensa sobre la última decisión de compra que hiciste. ¿Era basada en el cuento detrás del producto o en la empresa que lo hizo? Si era un jabón para trastes, ¿lo compraste por económico? Tal vez tu mamá tenía una marca favorita cuando eras niño y compras la misma actualmente por esa razón. ¿Buscas un producto que sea amigable con el medio ambiente por las historias que has escuchado?
Para bien o para mal, la conexión emocional con un producto o servicio a través de su historia y la razón por la que existe, influenciará las decisiones de compra. Este es el motivo por lo que conocer tu nicho y perfeccionar tu historia es necesario.
Obviamente ese cuento también necesita tener calidad y valor (no quiere decir que debes bajar el precio, sino el valor detrás del precio debe tener sentido), pero hay más respecto a tu marca que el costo en sí.
Aquí hay tres maneras para hacer que tu estrategia de marca emplee buenas técnicas en tu historia para el éxito:
Relaciona tu historia con tu estilo. ¿El estilo de tu negocio es peculiar y brillante? ¿Divertido e innovador? ¿Conservativo y concreto?
Sin importar cuál sea tu tono corporativo, debes relacionar tu historia a tu estilo para la autenticidad. Piensa en el branding de Apple, el cual es reconocible instantáneamente y tiene que ver con el estilo de sus productos.
Es simple, fácil y limpio. Es irritante cuando una nueva startup trata de comercializar sus productos como la tienda más antigua de la cuadra. Asegúrate que la historia de tus productos se cuente a través del estilo de tu cultura.
Crea una conexión emocional. Esto no es sobre hacer que todos tus clientes lloren con una historia dramática de pérdida o redención, es sobre comunicar una conexión verdadera con tus clientes sobre algo que necesitan y que tú puedes darles.
Cuenta sobre tus empleados. Comparte historias de éxito y testimoniales de otros que se han beneficiado con tu producto. Cuenta historias que importen, ya sean divertidas, reconfortantes o inspiradoras. Ayuda a los otros a crear una conexión emocional contigo y siempre regresarán para estar con tu marca. Como dijo Simon Sinek: “La gente no compra lo que haces, compran el porqué lo haces.”
Hazlo fácil de compartir. Hay una razón por la que le dicen “narración de un cuento”. La gente quiere contar y compartir grandes historias con los otros.
Con tantas plataformas sociales y herramientas para hacerlo, hazlo fácil para tus consumidores. Si piensas que esto no es importante, tómate un momento para ver cualquier página de Facebook o Twitter y te darás cuenta que todos cuentan una historia de alguna forma.
Asegúrate que el mensaje de tu marca se pueda esparcir al incorporar las llamadas a acción y comparte herramientas que tus clientes necesitarán para difundir la palabra.
Autor: Matthew Toren