Impulsar es la única ONG argentina que brinda las tres aristas solidarias: capacitación, mentoría y financiación.
En nuestro país, donde el 17,2 % de las mujeres y el 12,6% de los hombres menores de 29 años están desempleados, la Fundación Impulsar es la única ONG sin fines de lucro que potencia- en jóvenes de bajos recursos- la cultura del trabajo y la posibilidad de ser autosustentable. Desde hace 12 años, brinda apoyo a jóvenes que no tienen acceso a crédito ni a educación calificada, recibo de sueldo y ayuda de sus padres. Para los 1000 jóvenes – entre 18 y 35 años- el trabajo de la fundación representa un importante puntapié inicial y la oportunidad de lograr un sueño y concretar su proyecto.
Fundación Impulsar es una organización no gubernamental sin fines de lucro creada en 1999 con el objetivo de transformar ideas en negocios. Posee 7 oficinas regionales en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Mendoza, Misiones y Tartagal y está desarrollando proyectos específicos en Rincón de los Sauces –Neuquén- Chichinales y Rio Colorado -Rio Negro. Apoyó y aprobó 1000 proyectos, los cuales están en marcha y han generado 2300 nuevos puestos de trabajo sin contar con el apoyo del Estado ni vinculaciones políticas y/o partidarias.
Impulsar es la única ONG de la Argentina que brinda las tres aristas solidarias: capacitación, mentoría y financiación. Fomenta la responsabilidad social entre sus beneficiarios ya que son la única entidad que les abre sus puertas y esto se traduce en un índice de cumplimiento de pago superior al 74% más allá de generar una relación afectiva y de agradecimiento hacia la fundación y sus mentores.
Impulsar es la única ONG que otorga préstamos sin garantía y sin cobro de intereses, ofreciendo respaldo financiero a quienes son incapaces de obtener financiación por otros medios.
Los jóvenes deben devolver el préstamo recibido a lo largo de los primeros dos años y medio. La Fundación lleva otorgados más de $ 4.000.000 en préstamos.
Más de 4500 jóvenes emprendedores participaron de los cursos de capacitación en plan de negocios que tienen una duración de 2 meses. La Fundación Impulsar pone a disposición de los jóvenes asistencia técnica a través de mentoría empresarial voluntaria durante el primer año de gestión del emprendimiento. Actualmente la Fundación cuenta con 360 mentores entrenados a lo largo de todo el país, los cuales son empleados en relación de dependencia, profesionales independientes o empresarios que donan su tiempo para apoyar y guiar a los jóvenes emprendedores.
Fundación Impulsar es miembro de Youth Business International, una organización nacida en el Reino Unido para apoyar la creación y operación de iniciativas de promoción de empresas jóvenes en todo el mundo, basadas en un modelo desarrollado por el Prince’s Trust. YBI nuclea estas ONGs, establecidas en 40 países, las cuales trabajan exitosamente con principios y metodologías similares e intercambian conocimientos con toda la red. Posee el reconocimiento de la Organización Internacional de Trabajo y de la Organización de las Naciones Unidas. El trabajo de la fundación Impulsar es un “modelo” a seguir para varios miembros de Youth Business International que replican sus acciones y le consultan sobre cómo ha manejado diferentes situaciones.
Fundación Impulsar, recibió de parte de YBI el premio al “Emprendedor Internacional del Año 2009”. En la competencia participaron emprendedores de todo el mundo y el premio entregado por el príncipe Carlos, se lo adjudicó el caso del emprendedor argentino, Juan Ramón Nuñez.
El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo y Fundación Impulsar firmaron un convenio en 2004 mediante el cual se puso en marcha el programa “Modelo de mentoria para desarrollar jóvenes emprendedores” que permitió la puesta en marcha de 600 nuevos emprendimientos.
Empresas donantes
Banco Macro, Pan American Energy – UTE Acambuco, Santander Río, Banco Galicia, Banco Patagonia, Rabobank, Bank of America, HSBC, Pluspetrol, Minera Alumbrera, Fundacion Acindar, DIAGEO, Accenture, Vale, Citi Bank.
Fundación Impulsar es auditada por Deloitte. Eleonora Nóbile es su Directora Ejecutiva y Marcelo Rosenblatt es el Director de Desarrollo y Comunicaciones.
CASO TESTIGO
El caso del salteño Claudio Luis Benjamín López es un ejemplo de cómo Fundación Impulsar colaboró para desarrollar su proyecto:
Claudio creció en Salta, en un hogar muy humilde de Tartagal, junto a ocho hermanos y su madre, quien sin saber leer ni escribir les inculcó a sus hijos el valor del estudio y la solidaridad. Desde muy chico, Claudio ayudaba a su madre en la cocina, ya que además de trabajar como empleada doméstica, vendía comida para poder alimentar a todos sus hijos. Así fue cómo surgió su vocación por la cocina y el comienzo de esta historia.
Muchas personas le habían comentado a Claudio sobre la Fundación Impulsar y su actividad, pero pasó un año desde que supo que allí podía encontrar lo que necesitaba hasta que finalmente logró contactarse. Durante meses se dirigía a la oficina de la Fundación en Tartagal y al enfrentarse con la imponente escalera de entrada, se negaba a subir. La escalera era un enigma, lo incomodaba, le generaba inseguridad. “Mejor hoy no, voy a venir otro día”, pensaba. Y así pasaban los meses, se acercaba pero no subía, se preguntaba qué tipo de gente encontraría, si eran muchos o pocos, qué les iba a parecer su proyecto. Tenía miedo a no ser aceptado. Finalmente una tarde tomó coraje y se enfrentó con esos escalones que lo elevarían definitivamente….
Luego de terminar la secundaria comenzó a estudiar la carrera de Cheff Internacional en Salta Capital, lo cual significó un sacrificio muy grande, ya que debió viajar 350 km desde Tartagal todos los lunes durante 2 años. Se alojaba en la casa de diferentes amigos o en algún hostal económico y volvía los jueves a Tartagal para poder estar con su familia. Fue una prueba muy dura, que se complicó aún más con el aumento del precio de los pasajes y de la cuota de la carrera. Sus ingresos no le alcanzaban para cubrir los gastos y empezó a vender artesanías en Salta para tener extras. Ya recibido y después de haber adquirido experiencia como cheff, Claudio tenía muy claro su proyecto de abrir una escuela de cocina en Tartagal para facilitar a los lugareños la posibilidad de estudiar en su localidad.
Al término del curso en plan de negocios dictado por la Fundación Impulsar, Claudio pudo tener un panorama más claro sobre su proyecto y el mercado en general. Junto a su mentora Estela Arias, encargada administrativa de una empresa familiar – quién lo guió y acompañó durante un año- delineó la puesta en marcha de su escuela. “Mi mentora es un disparador de ideas y ha sido de gran ayuda para mi” comenta Claudio. Para que su escuela comenzara a funcionar fue fundamental el préstamo de $ 7000 que recibió de la Fundación Impulsar. Con ese dinero compró dos anafes industriales, un horno pizzero, un freezer y cuatro mesadas de cemento y junto a algunos utensillos propios pudo equipar completamente la cocina y no paró de crecer. Hoy, con apenas 25 años Claudio logró estar al frente de su instituto de especialización gastronómica AMBROSIA, en donde dicta clases a 400 alumnos. Durante el año 2010 se han capacitado 1000 alumnos, no solo de Tartagal sino de todo el departamento de San Martín y del departamento de Oran. Desarrolló un servicio de catering para eventos “Cheff en casa”, se convirtió en cheff ejecutivo del hotel 4 estrellas “Pórtico Norte” y dicta talleres de gastronomía en la Universidad Juan Misael Saracho ubicada en Yacuiba Bolivia. Próximamente lanzará un programa de TV sobre gastronomía y turismo y está construyendo un edificio propio en donde a partir de agosto de 2011 mudará a AMBROSIA.
A pesar de haber vivido bajo condiciones sociales muy adversas Claudio tuvo un sueño y supo que con fortaleza y voluntad lo iba a lograr. Gracias a su nueva visión empresaria aportada por Impulsar, Claudio logró concretar su sueño y le dio a la comunidad de Tartagal la oportunidad que él no tuvo.
“Me emociona mucho saber que se esté contando mi historia, nunca pensé que el esfuerzo, las ganas de salir adelante y de querer ser alguien en la vida podría ser interesante para los demás. Fue muy gratificante haber recibido el apoyo de la Fundación, sabiendo que con lo que estaba por emprender era un beneficio para toda mi ciudad y para mi familia. El proyecto me dio todo lo que soy hoy, una persona con una mirada más amplia, seguro de poder emprender el negocio que me proponga y a no bajar los brazos, porque AMBROSIA, no solo capacita personas de diferentes extractos socioeconómicos, sino que también es un espacio de contención donde el alumno que asiste se siente parte de esta gran casa y eso me llena de alegría y me da fuerza para poder seguir trabajando. El saber que es un bien para la comunidad me enorgullece y más sabiendo que desde mi lugar aporto mi pequeño grano de arena para que mi ciudad siga creciendo.” expresó Claudio López muy emocionado luego de contar su historia.