Los puntos únicos de fallo son aquellas circunstancias de tu negocio en las que si una sola cosa se estropea se produce un impacto serio en el negocio. Obviamente, lo mejor que puedes hacer es evitar estos puntos únicos de fallo, pero no siempre es posible. Si ese es el caso, al menos deberías ser consciente del riesgo que asumes, y usar alguna estrategia para reducir si sucede un desastre.
Socios clave
¿Dependes de un solo socio para que tu negocio funcione? ¿Qué pasa entonces si un día ya no quiere trabajar contigo, o cambia las condiciones unilateralmente?
Antes de la crisis muchos profesionales freelance vivían de los clientes que les enviaban grandes empresas porque no podían atenderlos directamente. Cuando el mercado se reduce, esa gran empresa decide que ya no te envía esos clientes, que ahora los necesita para sí misma, y el profesional se queda sin negocio porque esa gran empresa era toda su fuerza comercial.
Para evitar que un socio clave pueda destruir tu negocio, procura tener alternativas. Aunque sean menos eficientes, o requieran un trabajo adicional. Si en el futuro tu socio principal te falla, tu negocio sufrirá pero no se derrumbará totalmente.
Fuentes de ingresos
Peor que tener un socio clave del que dependes en exclusiva es tener una única fuente de ingresos. Esto es lo que les ha sucedido a muchas empresas constructoras que dependían de contratos con administraciones locales. Cuando éstas han dejado de gastar (y de pagar) no tenían otros ingresos que les permitieran sostener el negocio, así que se vieron obligadas a cerrar.
Cuanto más diversificados estén tus ingresos, más resistente será tu negocio a las vicisitudes de tus clientes.
Canales
Si tus clientes llegan a tu negocio por una sola vía, tendrás un grave problema si por cualquier motivo dejan de usarla.
Por ejemplo, muchos negocios online dependen casi exclusivamente del tráfico que les envía Google. Esto está bien mientras funciona, pero resulta que Google cambia su algoritmo de vez en cuando, y muchas empresas se encuentran con que pierden miles o millones de visitas de un día para otro, sin explicaciones y sin posibilidad de negociar. Si no han trabajado alternativas para conseguir visitas (como por ejemplo las redes sociales) la única alternativa es el cierre.
Recursos clave
Si todo tu negocio se basa en un equipo, una página web, un empleado o un socio que tiene conocimientos específicos, tienes un problema. En cuanto ese recurso falle, el negocio se viene abajo. Obviamente, hay que distinguir entre fallos temporales (la página se cae, la máquina se estropea, el empleado se pone enfermo) de fallos permanentes (el empleado deja la empresa, retiran la licencia a tu local porque incumple una normativa urbanística, Facebook cierra tu cuenta). Puedes asumir o tratar un riesgo temporal, como hemos visto antes, pero tienes que evitar que un fallo grave en un recurso clave pueda acabar con tu negocio.
En ocasiones no es posible contar con recursos duplicados para eliminar esos puntos únicos de fallo: no podemos pagar a dos empleados, o no podemos alquilar o comprar dos locales. Pero siempre podemos tener preparado un plan de crisis: tener documentados todos los procesos para que el conocimiento no esté solo en la mente del empleado, preparar un plan de migración a otra sede (física o virtual) si la actual deja de estar operativa, etc.
Vía: desencadenado.com