Desde hace algunas horas no se habla de otra cosa en los mentideros deportivos. Maria Sharapova convocaba ayer por la noche una rueda de prensa en Los Ángeles (Estados Unidos) para anunciar que había dado positivo en un control “antidoping” al que se sometió durante el último Open de Australia por un medicamento que había estado consumiendo durante los últimos diez años.
Meldonium, el medicamento utilizado por la tenista rusa, se encuentra en la lista de sustancias prohibidas desde el 1 de enero de este año, si bien Sharapova aseguró no estar al tanto de su prohibición. La rusa no echa, de todos modos, balones fuera y admite su culpa. “Asumo toda la responsabilidad. Cometí un gran error”, admitió.
La confesión de Sharapova le ha costado a la tenista rusa su “divorcio” con el que ha sido hasta ahora uno de sus sponsors, Nike, que ha decidido suspender la relación contractual que mantenía hasta ahora con la deportista.
“Nos sorprenden y entristecen las noticias sobre Maria Sharapova. Hemos decidido suspender nuestra relación con Maria mientras la investigación proceda. Seguiremos monitorizando la situación”, señaló la empresa deportiva estadounidense en un comunicado.
Se da la circunstancia de que hace apenas unas semanas Nike cortó también por lo sano su relación contractual con otro deportista, en este caso el boxeador filipino Manny Pacquiao, al que retiró su confianza tras unas controvertidas declaraciones del púgil contra los homosexuales, de los que aseguró que eran “peor que los animales”.